CONTACTO
GLOBAL
PALABRAS
PARA LO QUE NO GUARDA NOMBRES
NOMBRAR
LO IMPROVISADO
Underscore
Global en Montevideo. Taller Casarrodante, 20 y 21 de Junio de 2015.
A
un día de empezar el invierno pero con una temperatura que lo
adelanta, aproximadamente 30 personas se reúnen para bailar durante
4 horas y realizar la práctica conocida como Underscore
Global.
De modo simultáneo otros grupos de otros países se reúnen con el
mismo propósito, sincronizando inclusive dos instantes para realizar
pequeñas danzas orientadas a puntos cardinales comunes (este y oeste
respectivamente) e integrar así una cadena de energía coreográfica
trazada a modo de círculo entre las ciudades participantes. Por ahí
viene la cosa.
Improvisar
una estructura no improvisada
Underscore*
- término de difícil traducción - trabaja a partir de la
observación de que en toda improvisación hay partituras o patrones
subyacentes, contingentes pero a la vez recurrentes, que aparecen e
informan de cualidades o “fases” a una improvisación. Creada por
Nancy Stark Smith a partir de años de observación de jams
-
encuentros en los que al igual que en jazz un grupo autoconvocados de
artistas con o sin experiencia se encuentran para improvisar
libremente -, y décadas de enseñanza del contact-improvisación
(en
adelante CI),
el
Underscore
es
una estructura que busca proveer un mapa de conceptos y símbolos
para un fenómeno resistente a ser aprehendido por el lenguaje: el de
la improvisación. Como lo sugiere la famosa expresión de Paxton “la
improvisación es una palabra para algo que no puede mantener un
mismo nombre”**, y por otra parte es interesante cómo
el
CI es una técnica que a lo largo de su historia resistió su
sistematización, ya que ésta implicaba dos procesos que sus
creadores y luego su comunidad no deseaban: su fijación y
normativización por un lado, y la identificación de un “autor”
de dicha sistematización por otro. Es dentro de esta filosofía
anti-metódica, (o anti dogmática) que el Underscore
propone posibilidades más que normas, enuncia cualidades de
experiencia más que las formas o duraciones que éstas deberían
tener. La estructura es compleja pero invita a ser transitada en el
“tiempo del cuerpo”, concepto del CI para referirse a la escucha
de las necesidades de éste como parámetro para la acción o
inacción y sus duraciones. Nancy es una de las fundadoras de esta
técnica junto a Paxton y otros colegas de Judson Church, colectivo
considerado creador de la danza postmoderna norteamericana (de la que
deriva la contemporánea). Además de una vida dedicada a compartir e
investigar el CI, Nancy fundó y dirige actualmente junto a Lisa
Nelson la revista CQ*** que en marcha hasta hoy ha nucleado diversos
tipos de textos sobre esta práctica y operado como centro de
comunicación e intercambio de la comunidad internacional relacionada
a ella.
El
Underscore
es
una partitura o estructura de jam/contact/improvisación/composición
desarrollada por Nancy Stark Smith en 1990 y que desde entonces ha
ido evolucionando. Conocida y practicada internacionalmente la
partitura guía a los bailarines a través de una serie de "cambios
de estado": “relajamiento y sensibilización en relación a la
gravedad y el soporte, interacción y circulación grupal, encuentros
de Contact Improvisación, yendo al final a una improvisación
grupal, y de nuevo al descanso y reflexión”, nos informa el evento
de divulgación****. En un texto creado
por Nancy y colaboradores se dice: “hay 20 fases de la partitura –
la cual cada una tiene un nombre y un signo gráfico – que crean un
mapa general para los bailarines. Dentro de ese marco los bailarines
son libres de crear sus propios movimientos, dinámicas y relaciones-
entre ellos, con el grupo, la música, y el ambiente. Cada Underscore
es único, ofrece una rica experiencia del fenómeno humano y
artístico de la danza improvisada”.
Underscore Global
es un evento
internacional de una comunidad que también lo es – aunque llamó
la atención al ver el mapa de participantes la ausencia de Àfrica -
y cuyas características no son fácilmente asimilables ni al campo
artístico ni al social ni al terapéutico. Esta comunidad que ha
crecido enormemente en los últimos años, traza un singular circuito
de movilidad entre sus eventos, maestros y festivales, explorando la
posibilidad de lo familiar a micro y macro escala a través de una
danza en la que dos extraños pueden tener un contacto íntimo. En
palabras de Nancy, una danza que busca “la diferencia como modo de
conexión”.
Montevideo
Underscore
La
calle Salterain tiene ritmo de domingo y de invierno y minutos antes
de las 11 am - hora pautada para el arribo - ya somos varios los que
estamos llegando o llegados, cambiándonos de ropa o de saludo.
Underscore
se trata de un Jam con la conciencia amplificada de lo que está
sucediendo y para hacerla entrar en calor se dio una charla el día
anterior, que orientada por Mariana
Carriquiry y Valentina Kaplan reunió a unas
15 personas para pasar y repasar la partitura. El Taller
Casarrodante***** que siempre está lleno de clases y estudiantes se
abre únicamente para esta práctica, cediendo el espacio para el
evento. Dentro de la gran casa somos un conglomerado achuchado que
ocupa aproximadamente ⅙ de su capacidad, pero imaginar a esos
otros
underscores en
ciudades próximas o distantes ensancha el presente de este
encuentro. Casi todos se conocen entre sí y el arribo
energético se
baja con mate y conversación. Aglomeración en el vestuario mientras
una mesa se va poblando de comidas para compartir al final de la
práctica. En el salón hay impresiones de google maps indicando las
66 ciudades donde el Underscore está siendo practicado este mismo
día (y en algunos casos momento). Sobre una de las paredes también
se encuentra el sistema de símbolos de la estructura, que tiene un
dibujo para cada uno de las fases y conceptos que la integran. Hay
quien ve estas notaciones y recuerda lo conversado ayer, mientras que
otros se relacionan libre e intuitivamente con ellas. Exceptuando
materiales como colchonetas, un par de pelotas y telas colgantes, el
espacio está vacío y en él de a poco entran unas 30 personas. La
presencia de 3 niños llama la atención y desde el inicio sabemos
que su participación será una fuente de estímulos (sonoros y
kinéticos) importante durante todo el encuentro. Arribar
energéticamente para luego juntarse en una conversación o pow-wow
tribal, en la que se intercambian nombres e información muy básica
sobre lo que sucederá en las próximas 3hs y media. Si durante el
día anterior se había discutido sobre el carácter descriptivo o
prescriptivo del Underscore
- es
decir si es un conjunto de reglas a seguir o un marco descriptivo que
puede servir de orientación sin coartar -, en el día de la práctica
esto es librado a la experiencia que cada uno decida tener y también
a la familiaridad o no con la estructura. Algunos participaron de la
charla, otros ya practicaron el Underscore,
otras están teniendo su primer experiencia. Esta asimetría respecto
al conocimiento de la estructura, así como a los diferentes niveles
de experiencia en la práctica del CI, enriquece al grupo y a la
experiencia singular de cada uno.
Durante
la deambulación inicial pienso que lo más interesante de Underscore
no está en ninguno de los dos extremos de su lectura: ni en
interpretarlo como un “deber ser” - lo que nos forzaría a tener
que generar o pasar por fases obligatoriamente limitando por ende la
improvisación-, ni tampoco pensar que ella describe lo que puede o
no suceder y por ende debemos olvidarla durante la práctica. Es
desde una relación más compleja entre pensamiento, movimiento,
decisión, cognición, lenguaje, comunicación y tiempo que la
partitura-mapa invita a atravesar la experiencia con estos conceptos
pero también a atravesar estos conceptos con experiencias.
Agitar
la masa
En
los papeles colgados de las paredes se lee la secuencia de fases o
estados que componen la estructura: arribo
energético, arribo físico, pow wow o charla inicial, preambulación,
skinesfera o esfera de la piel, ligarse a la tierra, movilizar/agitar
la masa, trabajo con quinesfera baja y quinesfera alta, quinesfera
andariega o expandida, superposición de quinesferas, pastoereo o
“grazing”.
Luego se abre un momento para las conexiones
y para la variedad
de posibilidades de relación que puedan emerger durante la
improvisación (y que pueden durar segundos u horas): toque,
atracción, repulsión, coincidencia, intersección, confluencia,
divergencia, tangente, contraste, influencia, empatía. compromiso,
desarrollo, resolución, des-compromiso, dos-individuos,
recirculación-reciclaje, partitura abierta, resolución final,
soltar el todo, cosecha, pequeña danza de cierre, encuentro final
para compartir.
Además
de estas fases, la estructura propone otros estados no secuenciales:
consciencia
telescópica, flujo, espacio en blanco, escucha, observación, botón
idiota (funciona
para los momentos en que nos abruma la cantidad de información y
estímulos ante los que estamos intentando ser sensibles y
necesitamos recomenzar desde un nuevo arribo).
A
lo largo 4 horas situaciones diversas se componen en el tiempo real
de la improvisación, también hay tiempo para mirar y para salir y
volver a entrar. La palabra no aparece pero si la voz y el sonido de
los cuerpos en movimiento, el sonido impudoroso de los niños que es
un trasfondo de casi todos los momentos. Alguien en la ronda final
dijo que fue un Underscore
muy under y yo al escuchar recordé todos los momentos de quietud y
silencio y las decenas de encuentros casi invisibles pero poderosos
que habían sucedido. Este Underscore
no fue de un contact acrobático o riesgoso, y si tuviera que
describirlo melódicamente diría que tuvo los acordes de una
constante variación pero no fue ciertamente un rockanroll.
Así
como hay algo de intraducible a conceptos en la práctica del CI, hay
mucho de indescriptible sobre lo que sucedió este domingo. Escenas
colectivas, dúos, momentos de mucha y poca escucha, cuerpos
relajados y en máxima actividad, dejarse influir o proponer,
converger en una situación o saborear la divergencia que conduce a
una nueva situación. El trato amoroso y un cierto tempo
pacífico
en común entre cuerpos que exploraron la improvisación casi todo el
tiempo en contacto, caracterizaron a este Underscore
montevideano. No es sólo el frío lo que nos hace buscar estar
juntos.
Improvisación
en contacto: la gravedad del encuentro
Algunos
piensan en el contact como una práctica hippie y tribal, otros como
la vertiente promiscua de la danza contemporánea, otros como un
ghetto o un sub-campo dentro de la danza. Hay quien piensa en el CI
como tecnología somática y también como dispositivo político de
convivencia. Otros lo estudian en tanto herramienta para ampliar la
percepción del presente y modificar nuestros hábitos de relación y
de decisión en la danza (y en la vida). Hay por este motivo quien
lo ve como una terapia, otros como danza social - es curioso cuánto
se parece a una milonga o baile en algunos sentidos -, otros analizan
sociológicamente las posibilidades presociales de movimiento que
habilita esta práctica para la que lo imprevisible ocupa el número
1 de su ranking heurístico de tesoros. Artistas se acercan al CI en
tanto modo de entrenamiento y (menos frecuentemente) en tanto
lenguaje escénico, pero también no artistas se animan a
practicarlo, encontrando dentro de él códigos mucho menos
exhibicionistas que perceptivos, entre cuerpos menos soberanos que
interconectados, menos técnicos que lúdicos, menos elevados que
gravitacionales, conscientes de su socialidad pero permitiéndose a
la vez entre-paréntesis. Con ellas juega el CI percibiendo que como
observa Agnes Martin "la única cosa que quedó de la naturaleza
es la gravedad".
También hay quien ve al CI como una
danza inclusiva, como práctica política de democratización del
cuerpo, como culpable del carácter asexuado/asexuante de esa propia
democratización neutralizando el cuerpo, como catársis, como fuente
de creación, como creación, como introspección, como meditación.
Probablemente todos están en lo cierto.
El
CI es una danza conocida por realizarse a partir de un punto de
contacto fluctuante y variable en tono e intensidad entre dos o más
cuerpos o entre un cuerpo solo y el tiempo/espacio. En tanto técnica
y filosofía, la emergencia del CI tiene que ser entendida en el
marco de una historia que encuentra a la danza preguntándose sobre
sus posibilidades más allá (o acá) de la espectacularización. En
ese sentido propone una tecnología experiencial, difícil de
traducir pero también alejada de nociones productivistas del cuerpo.
El cuerpo en estado de goce, el tiempo del cuerpo, la percepción, lo
social y lo presocial, los límites que aportan nuestros hábitos y
estructuras y las posibilidades de reconocerlos y / o deconstruirlos,
son preguntas y desafíos que esféricamente abordan el CI y el
Underscore,
estructuras improvisables que dependen de nada salvo la relación. Y
ahí la potencia de su política coreográfica.
LINKS DE COSAS QUE MENCIONO:
*Underscore por Nancy Stark Smith:
http://nancystarksmith.com/underscore.
**Improvisation
is a word for something that can’t keep a name’, Contact
Quarterly,
Spring/Summer, pp. 15-19.