¿Danza
contemporánea?
Vamos a ver danza
contemporánea
La “danza
contemporánea” (DC) es una danza interesada en redefinirse
constantemente, preguntándose ella misma ¿qué es danza
contemporánea? Cuando vemos la diversidad de técnicas y estéticas
comprendidas dentro de lo que se llama DC vemos porqué es posible
afirmar que no existe una
danza contemporánea sino muchas.
Para empezar,
podemos pensar en la danza contemporánea
- y en el significado de ese término en su nombre- de dos maneras.
Por un lado, como toda la danza que se hace y se practica en el
presente tanto teatral como socialmente (en bailes o rituales). Y por
el otro, se puede pensar en ella como un tipo de género artístico
en sí mismo, tal como entendemos que el rock es un
tipo
o estilo de música. Para entender qué es la danza contemporánea
hay que tener en cuenta que ella es un poco de las dos cosas: al
mismo tiempo en que es un estilo situado históricamente, es también
un marco para ver, pensar y hacer danza en el presente e involucrando
a todas las estéticas y experiencias de la vida contemporánea.
De inicios e
historia
El origen de la
danza contemporánea se sitúa en Estados Unidos en los 60s en Nueva
York -Estados Unidos, y se atribuye a un colectivo de artistas que se
reunían en una iglesia a experimentar e investigar juntos. En ese
colectivo llamado Judson Dance Church se encontraban Steve Paxton,
Yvonne Rainer, Trisha Brown, Simone Forti y muchos otros
protagonistas de este momento fundacional de la DC. Otro de sus
puntos de partida es la evolución de la danza moderna alemana hacia
el expresionismo alemán y la danza teatro, desarrolladas por
artistas como Kurt Jooss, Pina Bausch o Rudolf Laban en Alemania.
Las nuevas
propuestas de Judson Church también fueron identificadas como danza
postmoderna
porque en efecto, buscaban alejarse o ir contra los principios de la
danza
moderna.
Sin embargo, estos nombres que sirven para referirnos a la historia
interna de los estilos
de danza
no se corresponden necesariamente con las características de lo
moderno y posmoderno en tanto períodos
históricos.
Esto queda de manifiesto cuando vemos que la danza
moderna
tuvo características postmodernas y la danza
postmoderna características
propias del modernismo vanguardista de inicios del siglo XX. De hecho
casi todas las rupturas y críticas de la danza contemporánea ya
habían aparecido en otras artes durante la emergencia de vanguardias
como el dadaísmo, el situacionismo, el surrealismo o el happening.
Sin embargo es bastante justo decir que nunca antes el
cuerpo había
tenido la centralidad que tiene para la danza contemporánea, tanto
como medio de expresión como también objeto de estudio y locus de
la percepción y comunicación con el mundo. El pensamiento sobre el
cuerpo es por lo tanto uno de sus rasgos más distintivos.
Para acercarnos a la
DC es necesario pensar la historia de la danza como una sucesión de
rebeliones, donde nuevos estilos y lenguajes nacen en diálogo
directo con los que las anteceden; por ejemplo la danza moderna nace
como parte de una rebelión contra el ballet y la contemporánea como
rebelión contra la moderna. Por este motivo es fundamental tener en
cuenta las danzas que vinieron antes de la contemporánea para
entender qué es lo que propone y cómo trabaja. Pensar la
historicidad de la danza es particularmente importante para la danza
contemporánea ya que, más que ninguna otra, es una danza preocupada
por pensar su tiempo, es decir la contemporaneidad.
La DC nace de un mix
de técnicas e influencias que van desde técnicas de danza a
elementos tomados del deporte, del yoga, de técnicas somáticas, así
como de textos, fuentes teóricas o temas de actualidad.
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1 SKINNERBOX)
También hay que
tener en cuenta que danza
contemporánea
o danza
postmoderna
son nombres diferentes para un fenómeno que sucedió y sucede en
diferentes países y culturas al mismo tiempo y en múltiples
direcciones y estéticas, apartándose asi de la lógica que piensa
la evolución del arte (o de un arte) como un avance lineal y unívoco
hacia el mejoramiento de sus formas.
En definitiva la
danza contemporánea inaugura una fase de intensa experimentación en
la danza, que llega a los escenarios pero también abre al menos dos
preguntas claves: ¿qué es danza? y ¿qué puede un cuerpo?.
Las
personalidades múltiples de la danza contemporánea
Para empezar,
podemos decir que se reconoce a la danza contemporánea como una
danza occidental y espectacular (o teatral), es decir hecha para ser
vista en un teatro u otros espacios de presentación alternativos
como la calle o los museos.Pero no se agota en esto: también se
presenta en formas no "espectaculares" ni escénicas, es
decir, dentro de ella también encontramos propuestas o técnicas que
son pensadas como prácticas, como experiencias que no son hechas
para ser vistas por espectadores sino experimentadas como el acto
mismo de danzar en el cuerpo de quienes las vivencian.
En los casos en que
la DC es hecha para ser presentada ante un público, tiene algunas
diferencias importantes con otros espectáculos que tienen como
objetivo entretener o alcanzar lo bello. A la DC le interesa proponer
experiencias extrañas o diferentes a las habituales; experiencias
que inclusive pueden ser muy diferentes de lo acostumbrado en un
espectáculo, invitando al público a relacionarse con cosas que no
le son tan conocidas o cómodas, y a interrogarse sobre su propio
papel como espectador.
Sus formas de
comunicación extrañan a muchos porque es una danza que no quiere
provocar un entendimiento de lo que se ve sino una experiencia, o
muchas: tantas como espectadores lleguen a sus plateas. En este
sentido, se puede decir que es como la música clásica o como muchas
canciones de las cuales no podemos decir exactamente sobre qué
hablan pero sabemos que nos emocionan y conmueven sensiblemente, sin
que esto quiera decir que no participe algún tipo de pensamiento en
el proceso.
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2 CONTACT IMPROVISACIÓN)
Las obras de DC no
son hechas con el objetivo de transmitir un mensaje que podría
resumirse en una oración o de contar una historia con inicio,
desarrollo y final. Esto la diferencia de otras, como el Ballet, que
casi siempre cuenta historias con protagonistas, problemas y
resoluciones. Un ejemplo claro de esto son Ballets como Romeo y
Julieta, El lago de los cisnes o La Cenicienta, que cuentan con
personajes, tramas fantasiosas o cercanas a la vida cotidiana,
desenlaces y moralejas.
En la DC, si bien el
coreógrafo tiene ideas y temas que desea tratar en sus obras,
trabaja a partir de la premisa de que el cuerpo sabe y piensa por sí
mismo, y que un trabajo de la danza es investigar para dejarlo
"hablar" y no imponerle ideas previas sobre las preguntas
que se desea abordar. “Investigación” es una palabra usada
frecuentemente por artistas de la danza contemporánea, entendiendo
que en eso consiste el proceso que da forma a la composición de una
obra o coreografía. En este sentido, las obras suelen ser creadas
teniendo en cuenta las características personales y los intereses y
herramientas con las que cuentan los artistas participantes, buscando
potenciar las singularidades de cada bailarín en vez de imponer una
propuesta a la que ellos deben hacer un esfuerzo por adaptarse.
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3 MULTITUD)
El artista de la
danza contemporánea, al investigar, se interesa por preguntas como
por ejemplo: ¿Qué puede el cuerpo? ¿Qué sucede? ¿Qué
pensamiento surge en la acción? ¿Cómo se relacionan los cuerpos?
¿Qué sabe el cuerpo y como dejarlo hablar?
En la DC se busca
integrar el cuerpo y la mente, o el movimiento y el pensamiento de
manera que estas cosas no sean pensadas como antagónicas. La
oposición entre estos sucede en otras danzas y prácticas
artísticas, y es vista por la DC como una limitación innecesaria a
las posibilidades tanto del cuerpo como de la mente. Si bien hay
diferentes formas de abordar este tema en las diferentes líneas de
la danza contemporánea, existe en ella un interés por investigar
cómo se relacionan entre sí el pensamiento, la percepción, los
sentimientos y las emociones: fenómenos diferentes que sin embargo
tienen en común el hecho de suceder en el cuerpo.
Para la DC las
formas de pensar y de comunicarse de los cuerpos
no
están predefinidas sino que le corresponde a cada artista y a cada
espectador buscar las formas de elegir su propia historia o su propia
experiencia. Esta es una diferencia importante con otros estilos o
lenguajes de danza, en los que existe un repertorio de pasos o de
principios de movimientos a los que que referirse, y se confía en
ellos para que se produzca la comunicación entre los creadores, la
obra y el público.
Nuevamente es
interesante comparar este punto con danzas como el Ballet, en las que
el coreógrafo compone sus coreografías con pasos ya existentes y ya
aprendidos por los bailarines a la hora de empezar a crear una obra,
como las posiciones primera, segunda, tercera, saltos como grand
jete
o rond
de jambe,
etc. En técnicas como el Ballet vemos entonces que el cuerpo habla
lenguajes de movimiento ya existentes y de hecho organiza sus frases
de movimiento
de forma similar al modo en que usamos las letras y las palabras para
componer una oración en la lengua, de una manera similar a como
funcionan lenguas como el castellano.
A la DC le interesa
inventar y reinventar permanentemente lenguajes y modos de pensar y
comunicar. Esta característica es importante para entender otro de
sus principales rasgos: el riesgo
que toma. Al siempre estar inventando nuevos lenguajes, la DC puede
encontrar dificultades para comunicarse o requerir de sus
espectadores un activo trabajo sensible e intelectual para
relacionarse con las propuestas.
En la mayoría de
los estilos dancísticos en primer lugar está la forma o estética
de movimiento que se quiere lograr, para que luego el cuerpo trabaje
e investigue para lograrlas. En la DC, al contrario, la forma de la
coreografía surge como consecuencia de la experiencia del cuerpo y
sus investigaciones.
¿Entender la
danza contemporánea? códigos de traducción e intraducción
Las obras de DC no
siempre (y de hecho casi nunca) pueden ser "entendidas" de
la misma forma en que entendemos un cuento o un problema matemático.
Por este motivo, la sensación de perplejidad o la incapacidad de
relatar lo que se vio de alguien que acaba de salir de una obra de DC
no es una falla del espectador, sino que esta perplejidad e
indecibilidad pueden incluso ser buscadas. La idea de que la razón
no es infalible ni suficiente para pensar el mundo, hace que
percepción
y experiencia
sean palabras claves para la danza contemporánea.
La DC tiene especial
interés en pensar en cómo la forma en que percibimos y pensamos el
mundo está determinada por la relación con nuestro cuerpo y nuestra
relación con otros y con las políticas y filosofías que se
encuentran en juego en esas relaciones.
Movimiento
cotidiano, rebeldía y desorden de los papeles
Podríamos decir que
desde sus inicios la DC tiene un espíritu rebelde que la
caracteriza. Se rebela contra las costumbres de la danza y del
teatro, se rebela contra la disciplina de otras técnicas de danza,
se rebela contra la imposición de formas sobre la experiencia del
cuerpo, se rebela contra los métodos reconocidos y legitimados de
hacer y aprender danza.
Esta personalidad
rebelde y contestataria hace que la DC vaya en contra no sólo de las
convenciones de la danza sino a veces en contra de la propia danza o,
más bien, de las definiciones de danza más aceptadas en una cultura
y sociedad. Uno de los mejores ejemplos de esto es una de las obras
fundacionales de la DC, que no tiene forma de coreografía bailada
por cuerpos sino de texto: el
manifiesto del NO.
Su autora, Yvonne Rainer, lo escribe con el objetivo de liberar a la
danza de sus clichés y recursos más habituales, para desafiarla a
trabajar a partir de otras posibilidades ocultas por dichas
convenciones. El manifiesto niega de esa forma el uso de los recursos
más típicos de la danza, y propone una forma alternativa de pensar
y hacer danza.
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4 MANIFIESTO DEL NO)
En la danza
contemporánea, por ejemplo, una improvisación (o sea, una
performance
en
la que no se sabe exactamente qué va a suceder) puede ser una obra
de danza: inclusive hay obras de danza que tienen coreografías pero
también partes libres de improvisación.
Otro punto para
observar este espíritu rebelde es que a diferencia de otras técnicas
en las que los roles de hombre y mujer están bien delimitados (como
por ejemplo en las danzas folklóricas en las que hombres y mujeres
tienen roles claramente diferenciados y aparecen frecuentemente
cuadros que agrupan a unos y otras por separado), para la DC es
importante que hombres y mujeres puedan hacer lo mismo y se
relacionen desde lo que sucede y no desde lo que ser hombre o mujer
implica, yendo inclusive en contra de las representaciones habituales
sobre “lo femenino” y “lo masculino”.
Democratizar la
danza
La obra Trio
A La mente es un músculo
creada por Yvonne Rainer es otra obra fundamental para entender la
danza contemporánea. Se trata de un solo donde la coreógrafa
protagoniza ella misma una coreografía hecha de puro "movimiento
cotidiano". La obra buscó (y logró) atacar a la idea de que la
danza consiste en movimiento virtuoso hecho por cuerpos entrenados y
bellos. Proclamando la necesidad de democratizar la danza, Rainer y
los artistas de Judson Church buscaron poner en escena una idea
simple y a la vez compleja, que nunca antes había sido considerada
en la historia de la danza: que un cuerpo realizando una tarea
cotidiana cualquiera puede ser visto como danza.
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5 TRÍO A)
A partir de entonces
la danza no era solamente lo que
se hacía sino una forma
de ver el
mundo, el cuerpo y el movimiento; y los bailarines no eran sólamente
aquellos especialistas en movimientos difíciles sino cualquier
persona con un cuerpo e interés de ponerlo en movimiento con o para
otros.
Vemos entonces que
uno de los deseos que motivaron el nacimiento de la DC y siguen
presentes en ella es el de organizar un tipo de danza que no sea
excluyente, es decir, solo apta para bailarines entrenados y formados
técnicamente. La inclusión de movimientos cotidianos en el
repertorio de las danzas contemporáneas busca democratizar la
estética de la danza, permitiendo que en ella puedan verse cuerpos
de bailarines profesionales más parecidos a los cuerpos de otras
personas.
En este sentido, la
palabra democratización es importante para la danza, aunque si se lo
piensa de otra manera esto puede resultar problemático. La DC se
diferencia de lenguajes artísticos que buscan públicos masivos a
través de estéticas populares o fáciles de consumir. Un desafío a
futuro para la DC es abordar la democratización de la danza en este
otro sentido, que no involucra solamente al tipo de movimiento usado
en las danzas sino al tipo de públicos a los que la DC logra llegar.
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6 THE SHOW MUST GO ON)
Como ya dijimos
antes, la aparición de estas ideas en la danza no hubiera sido
posible sin que desde otros campos artísticos las llamadas
"vanguardias" estuvieran pensando cosas como estas
simultáneamente e inclusive desde varias décadas años antes de que
fueran traducidas y recogidas por artistas de la danza.
Hasta acá vimos que
las formas de pensar y comunicar que diferencian a la danza
contemporánea de otros tipos de danza. Estas formas permiten que
convivan dentro de ella abordajes muy diferentes, que inclusive
pueden contradecirse entre sí sin que esto sea un problema. En este
sentido se parece a otros campos de conocimiento (como las ciencias
sociales o las humanidades), en los que si bien los investigadores
reconocen que hay diferentes teorías sobre una misma cosa, ellas
tienen en común abordar problemas semejantes.
En relación con
esto, es importante entender la relación de la danza contemporánea
con la técnica, es decir con los saberes sobre cómo
hacer que
emplean bailarines y coreógrafos pero también espectadores y
aficionados. Como en otras artes y de hecho, la mayoría de campos de
conocimiento, veremos que la técnica necesita ser analizada junto
con la filosofía. Para entender como técnica y filosofía están
presentes en la danza se necesita tener en cuenta una tercer palabra:
política. Es necesariamente política una actividad relacionada con
la rebelión, la democratización y el pensamiento sobre la relación
entre el conocimiento y la acción.
Pero si la DC se
caracteriza por la rebeldía y el espíritu contestatario, por
negarse
a
aceptar ciertas restricciones y opresiones sobre el cuerpo, ¿Cuáles
son las invitaciones y los si
a los que apunta en sus propuestas?
La DC invita a
- estar activo y crear su propia experiencia y sentidos de lo que ve,
- apreciar la belleza o poesía de los cuerpos sin que estos estén necesariamente haciendo proezas técnicas o danzando formas armónicas,
- dejarse sorprender,
- exponerse a temporalidades más lentas o que no responden a fines prácticos o narrativos,
- ver como danza cosas que no pensábamos que podían serlo, como un cuerpo caminando o saltando o simplemente parado o acostado en el piso.
- enfrentarse a la pregunta ¿qué es danza? y ver cómo diferentes cuerpos investigan respuestas al respecto,
- a pensar en la danza como una forma de ver el mundo y no sólo como una forma de bailar o de hacer arte,
- a pensar en cómo los cuerpos se relacionan entre sí y con los otros y no sólo a observar qué hacen y lo que eso significa,
- a experimentar la danza en cualquiera de sus múltiples formas con el propio cuerpo, saliendo del lugar de meros “consumidores” o espectadores de la misma.
¿Cómo se hace
(la) danza contemporánea?
Por todo lo dicho
hasta aquí, es comprensible que no exista
una
sola forma de crear danzas contemporáneas ni tampoco de
practicarlas. Cada obra suele ser creada según la necesidad del
proyecto en cuestión y del grupo humano trabajando en él. Inclusive
lo más frecuente es que un mismo artista ponga a prueba diferentes
estrategias de creación a lo largo de su carrera y de las diferentes
experiencias por las que pase. La cantidad y diversidad de
herramientas, estéticas y técnicas existentes dentro de la DC hace
que existan infinitas formas de crear una obra o de formular un
método de entrenamiento o de creación.
Las obras de DC son
hechas por grupos de artistas que muchas veces se reúnen
exclusivamente para realizar juntos un proyecto específico sin
necesariamente formar una compañía que permanezca a lo largo del
tiempo. En otras palabras, en la DC grupos formados por proyecto
reemplazan a elencos y compañías fijas. Esta forma de hacer “por
proyecto” hace que en cada investigación y proceso creativo se
reúnan personas que pueden haber ya trabajado juntas o no.
Por un lado, lo
relacionado con las relaciones humanas y personales en los procesos
creativos es importante para la DC. Por el otro, esta forma inestable
de organización se explica en gran parte por los apoyos económicos
e institucionales disponibles para realizar obras y proyectos. Esta
forma de trabajar es entonces en parte una elección y en parte una
condición de producción en un medio cultural que cada vez más se
organiza de forma competitiva y donde los artistas no son solamente
“coreógrafos” o “intérpretes” sino intérpretes-creadores,
directores-gestores, iluminadores-dramaturgos y toda una serie de
combinaciones de actividades y habilidades profesionales.
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7 LAUGHING HOLE)
Pero, ¿dónde
estudian los artistas de la danza contemporánea? ¿Cómo se forman?
En Uruguay existe una tradición de formación de los bailarines que
consiste en transitar por diferentes escuelas y técnicas, armando a
partir de sus propios intereses y curiosidades un trayecto de
aprendizaje y colaboraciones con otros artistas. Esto ha empezado a
cambiar desde que existen formaciones en el ámbito privado y desde
que en el año 2014 se abrió en la Escuela Nacional de Danza una
formación en DC, que consiste en cuatro años y cuyo plan de
estudios involucra diversos conocimientos del campo.
Más allá de
propuestas formativas y academias, hay algo que el artista de la DC
tiene en común con sus espectadores y es que la principal forma de
aprender esta danza es experimentándola y creando nuevas relaciones
con y desde ella.
Su diversidad de
estéticas y técnicas abre camino para que los espectadores se
sientan libres de crear sus propios sentidos, de entablar relaciones
con sus intereses y conocimientos previos, sean los que sean. De
hecho seguro que quien sea que lee ya vivió antes de hacerlo muchas
de estas experiencias con la danza.
Montevideo, Abril 2016.
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