Lucía Naser (en diálogo con Álvaro Ahunchain, Florencia Infante, Matías Gómez, Luciana Bindritsch y Edgardo Mattioli)
Acto 1: Estás
en un bar y en la mesa de al lado se hace notorio que algo no anda
bien. Una de las personas del grupo recibe una llamada y su tono y
lenguaje corporal dan señas de que algo anda mal. En breve sabremos
que la persona está recibiendo una noticia trágica sobre la muerte
de un familiar en un accidente de tránsito causado por un conductor
ebrio. Los que lo acompañan se conmocionan y alteran y cualquiera
con un corazón en el pecho siente la angustia y la empatía con lo
que puede/debe estar sintiendo el protagonista
de la situación. Probablemente la noche ya es irremable después de
ser testigo de una desgracia así. Cuando estás a punto de asumir
que vas a acompañar el ánimo de duelo, el ánimo de “me podría
haber pasado a mí”, la cosa se pone fea. Lo que sucede es una
bajada en la tensión dramática y la escena se revela (o termina de
revelar) ficción. Una de las actrices se encarga de explicitar lo
obvio y de entregarnos un mensaje conscientizador sobre no manejar si
tomamos. Quien contrata a la compañía de teatro para esta
aleccionadora campaña es UNASEV: no chupen giles.
Acto 2: Estás
en el shopping paseando o comprando y una mina te mira y luego se te
acerca y te da su número de teléfono en un papelito escrito a mano.
Aparece la posibilidad de un coqueteo y de un posible encuentro para
ver quién es. Probablemente te alegra o sorprende lo sucedido, y
aunque dudás si llamarla o no el hecho ya te levantó
considerablemente el autoestima. Decidís llamarla y pensás en qué
le vas a decir. Discás y del otro lado del teléfono te atiende una
voz que no es de ella sino un mensaje grabado en el que una conocida
marca de desodorante te anima a usar sus productos para que te pasen
en la realidad cosas
como esta. Hasta entonces para vos eso
era realidad.
Acto 3: En
una fiesta, una locutora y actriz relativamente esempeña un
personaje. Encarna a Valeria, una moza normal que luego se irá
tornando torpe hasta volverse casi un clown cuyo efecto espera ser
cómico. La fiesta está llena de famosos lo suficientemente cholulos
como para ser llamados jet set uruguayo. Aunque “Valeria” cuenta
con años de experiencia haciendo este trabajo con su compañía, el
acting se le va complicando por el hecho de que varios colegas de los
medios que asistieron a la fiesta vienen saludarla, a compadecerse de
ella, a lamentar que pese a su carrera en ascenso deba también
trabajar de moza. Es duro ser artista
en Uruguay. Realidad y ficción
mezclándose de una forma impredecible en un dispositivo que preveía
su fusión pero con otros efectos. Finalmente la coordinadora del
evento le pide que salga de la fiesta porque en vez de diversión
está causando compadecimiento y cierta depresión entre los
invitados.
* * *
Estas diferentes acciones tienen en común que
actores camuflados intervienen en una situación dada sin que al
inicio se explicite la ficcionalidad de su acción. De a poco o
repentinamente se descubren como actores y lo que en un principio
pareció realidad e instantes después causó extrañamiento, se
revela teatro. La técnica no es nueva, ni nacida acá, ni exclusiva
de la publicidad (una industria experta en expropiar técnicas
artísticas y bienes culturales para apropiárselos con fines
comerciales). Pero estas intervenciones de la vida cotidiana con
fines no artísticos ponen en crisis los significados de conceptos
como industria cultural
en relación a la función social (y económica) del arte.
Las formas de teatralidad involucradas en estas
acciones tienen como antecedentes a experimentos sociales y políticos
como el happening
o los flash mobs, pero
también a tipos como el brasilero Augusto Boal con su teatro
invisible, que desde una ideología
explícitamente revolucionaria e influido por pensadores como Paulo
Freire y Bertolt Brecht concreta en su teatro
del oprimido ideas como la de
realizar intervenciones teatrales pero sin jamás develar su carácter
ficcional.
*
* *
Acto 4: Vas
al shopping a buscar championes y entras a una tienda preguntando por
una de las marcas de moda. El vendedor se comporta normal al
principio pero luego empieza a hacer trucos con la mercadería que te
está mostrando y con el de las vidrieras. Por si no te diste cuenta
no es la magia de Punta Carretas
Shopping sino un conocido y talentoso
mago contratado para realizar el truco en el papel de normal
vendedor. “La gente quedaba realmente impactada y volvían al rato
con otros amigos suyos, lo cual claramente le rindió muy bien a la
marca”, cuenta el mago.
Acto 5: Un
grupo de seres pintados llegan a una plaza y empiezan a bailar
mientras suena la canción de Michael Jackson Black
and White. En el transcurso de la
danza unos y otros bailarines se manchan entre sí perdiendo
uniformidad los colores de sus vestuarios y sus rostros. El mensaje
sobre la igualdad de género lo performan con su cuerpo los actores,
y lo paga y emite IMPO. Importa que lo veas y entonces, lo sepas.
* * *
No sólo a la publicidad le interesa pasar un
mensaje que transforme la realidad y las conductas: de hecho gran
parte de los debates de política y de arte son sobre cómo hacerlo.
La pregunta en este caso sería ¿en beneficio de quién?. Desde el
teatro panfletario al teatro publicitario pasando por las campañas
de caridad o de concientización sobre causas ecológicas,
higiénicas, sociales o políticas, actores privados, mixtos y
públicos exploran formas de comunicación social que funcionen. La
teatralidad parece ser una herramienta versátil para más de un
mensaje. Y para más de un contexto.
Lo llamativo es la forma en que estos
dispositivos borronean los límites entre lo publicitario, lo
artístico y lo comunicativo, produciendo una hibridez que puede ser
también objeto de manipulación y estrategia. Para entender su
efectividad basta ver cómo se popularizó en uruguay este tipo de
acciones en los últimos años o atender a los costos que los
contratantes del servicio están dispuestos (o no) a pagar por él.
Para su crítica también es necesario tener en cuenta la experiencia
de los trabajadores del rubro así como problemas interesantes y
necesarios de ser pensados cuando se entrecruzan planos como los del
entretenimiento, el arte, el mercado cultural, con sus propios y
compartidos procesos radicales de resignificación y renegociación.
La publicidad bien hecha puede transformarse
en entretenimiento es el lema de una
industria que entiende mejor que nadie qué estéticas y métodos
afectan nuestro comportamiento. Desde ese pensamiento surgen
tendencias publicitarias como el Advertainment
(mezcla
de Advertising
y
Entertainment), las
“experiencias de marca”, o la conocida como “publicidad no
comercial”. Aunque hay diferencias entre querer disuadir a alguien
para que compre un producto o querer convencerlo de que no discrimine
a otros, o de que se tome un taxi si se pasa de copas, este tipo de
publicidad juega al borde del arte teatral y también al borde de la
manipulación.
Si el teatro invisible de Boal quería poner el
teatro al servicio de la vida e indistinguir entre uno y otro marco
para intervenir en la realidad con la fuerza creativa que la
composición estética ofrece, es interesante preguntarnos qué tipos
de teatralidades están en juego en las situaciones recién
descriptas.
* * *
Acto 6: Trabajas
en una fábrica de pan y te levantas a las 5am todos los días para
hacer un trabajo mecánico y alienante. Pero una de esas mañanas
alrededor de las 6am cae un grupo animadisimo de performers a
bailotearte alrededor y darte un sobre con guita. La intención es
poner en escena cuánto la empresa se interesa por vos. Lo que no se
dice es cuánto sería el dinero en el sobre de no haber contratado
tu empleador a esa empresa de publicidad.
Acto 7: Estás
rabioso y frustrado porque trabajás en carnaval y la ciudad parece
una escenografía postapocalíptica pero al terminar la jornada
aparece una persona que te dice que quieren darte una sorpresa y
hacerte vivir una noche inesperada.
No está ni el loro en Montevideo, la propuesta de actividades
recreativas no está como para desperdiciar invitaciones y menos una
en la que hay comida y chupe gratis. Vas y la pasas bien porque
además tocan para vos y tus 40 compañeros dos tremendas bandas.
Luego te ves en un video de la marca del conocido desodorante que
organizó la fiesta y que incita a vivir la vida loca e
inesperadamente: ¡como vos!. De repente sos modelo de vida para
otros - según el desodorante, claro - y lo que era un regalo termina
siendo tu trabajo gratis para una marca millonaria. La marca logra
así reorientar su imagen de carnada para hembras a la fragancia que
gente cool
y desestructurada lleva.
*
* *
Una de las características más marcantes de la
experiencia del teatro es que. salvo extremos experimentalismos,
está acotada por la definición del marco teatral: está la sala de
teatro, la persona que te corta la entrada, un escenario lejos de tu
asiento y un comienzo que dice algo así como: a partir de ahora es
ficción. Eso hace que el espectador llegue preparado y sabiendo ya
muchas cosas: que va a ver algo que es ficción, que igual que
él/ella va a haber otros/as mirando, que va a existir un inicio y un
final, y que hay que pagar y a cambio se obtiene la fruición de un
conocimiento o creación artística.
En otro sentido, por la expansión de la
teatralidad hacia afuera de los límites de las convenciones
tradicionales del teatro, estas formas de infiltración o de
acontecimientos que remixan ficción y realidad pueden ser vías para
re pensar al teatro como un modo de acción política, y al marco de
la representación como uno (complejo) en el cual se ponen en juego
múltiples tipos de relaciones que se despliegan también en el campo
social.
Direccionar la potencia de la teatralidad para
influir en el pensamiento de sus públicos - anticipados o casuales -
es sin duda una característica que define no sólo al teatro sino
también al arte y aunque la diversidad de objetivos hace ancho el
radio de actuación hay al menos dos preguntas que subyacen a la
comicidad y efectividad de estas estrategias comunicativas: ¿Cómo y
al servicio de quién dialogan las políticas del arte y sus
economías? ¿Cuando empieza a ser lo económico motor de la creación
artística?
Temas como éste ayudan a entender que los
artistas tienen que vivir de algo y el mercado laboral no sólo se
compone de escenarios. De hecho, probablemente la actuación sea uno
de los rubros menos significativos en términos de ingresos.
Pero aún considerando esa realidad, es
necesario ver qué pasa cuando se termina ya no por negociar sino por
ceder sin más a la customización de lo producido, dejándose
demasiado fuera de escena la pregunta por la función del arte y sus
derivados, sus reconversiones y transformaciones, en contacto con lo
real.
No es mi intención defender un purismo moral o
económico del arte, argumento que casi siempre termina en retóricas
escindidas de la realidad que hacen al arte alejarse materialmente de
la misma y reproducir un discurso hipócrita y acusatorio que entra
en fuerte contradicción consigo mismo. Pero ¿qué publicidad le
hace al arte dejar de hacernos estas preguntas?
Expropiar de la publicidad su efectividad
comunicativa para regresar al arte y ver, con las herramientas
disponibles, con que balas cargamos nuestras armas disuasivas. O
quizás se trata de otro verbo. Y pensarlo también puede ser
entretenido.
Lucía
Naser
Uruguaya de nacionalidad, socióloga de título, artista e investigadora de profesión, ocasional periodista cultural de pura atrevida.
Actualmente vivo en Montevideo y pese a las constantes crisis sigo creyendo en el potencial político del arte y en la teoría y práctica de la crítica como herramienta para transformar el mundo. He sido docente, artista e investigadora en el campo de las artes escénicas y la ciencias sociales (o las artes sociales y las ciencias escénicas). Además de avanzar dificultosamente por las páginas de una tesis de doctorado en construcción (RLL-UMICH) escribo cosas que casi siempre subo acá http://juntandonotas.blogspot.com.uy/.
Email: lunaser@gmail.com.
Uruguaya de nacionalidad, socióloga de título, artista e investigadora de profesión, ocasional periodista cultural de pura atrevida.
Actualmente vivo en Montevideo y pese a las constantes crisis sigo creyendo en el potencial político del arte y en la teoría y práctica de la crítica como herramienta para transformar el mundo. He sido docente, artista e investigadora en el campo de las artes escénicas y la ciencias sociales (o las artes sociales y las ciencias escénicas). Además de avanzar dificultosamente por las páginas de una tesis de doctorado en construcción (RLL-UMICH) escribo cosas que casi siempre subo acá http://juntandonotas.blogspot.com.uy/.
Email: lunaser@gmail.com.
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