martes, 20 de diciembre de 2016

Creación transnacional en resistencia: ¿qué podemos hacer? / Sobre A-F 2016

                    Creación transnacional en resistencia: ¿qué podemos hacer? (1)
 
Sobre ARQUEOLOGÍAS DEL FUTURO Edición III (2). Encuentro Internacional de Danza Contemporánea Performance y Conocimiento. Buenos Aires, 10 al 17 Diciembre 2016. 


El termómetro anuncia suba de la temperatura mientras psicológicamente hacen como 50 grados en el centro de Buenos Aires. La basura desbordante, los habitantes de la calle y el olor a pis se mezclan con el barullo de una ciudad en reconstrucción y los avisos de merry christmas. La escenografía urbana metaforiza bastante bien el proceso de desarme y rearme y las contradicciones que conviven hace ya un año en esta argentina ex kirchnerista macrista. Pero van ya 11 años de su gobierno en la Buenos Aires. La ciudad es la meca del macrismo y nos ofrece un concentrado de su ideología.

Hacer un festival de danza en este contexto, en el que la política cultural ha sido la de desmantelamiento y mercantilización de prácticas y actores artísticos no es fácil. Las dificultades no solo conciernen a la falta de apoyos, cierre de espacios, precarización del trabajo cultural, sino a que el macrismo (versión autóctona del neoliberalismo que en otros países toma nombres como Trump o Temer)  nos atraviesa y habita los cuerpos y las relaciones de forma inescapable.

A - F es un festival que está basado en la autogestión y en políticas colaborativas y su devenir va siendo trazado en la observación de lo que año a año sucede con las propuestas programadas el año anterior. La intención es poder leer y dialogar con las inquietudes del contexto para responder proponiendo. Durante el festival la gestión de encuentros y de tiempos priorizan lo procesual y el intercambio entre artistas y públicos por sobre lo espectacular, masivo, acabado o mercantilizable. Arqueologías es como lo dice su nombre, la invitación a una práctica colectiva de indagación y reflexión desde los cuerpos.




Este año, el el titulado programa de Creación transnacional en residencia, las obras que se presentan están en el frágil borde del prontas/casi prontas y cuentan con un espacio donde seleccionar 15 minutos de material para recibir un feedback por parte de artistas y participantes. Esto vulnerabiliza a artistas y espectadores y los confronta con problemas a practicar: ¿cómo hablar de una obra en proceso?, ¿cómo mostrarla sabiendo que luego se presentará una versión más “completa” y “acabada”?, ¿cómo escuchar cuando nos urge hablar? El experimento nos exige corrernos de lugares conocidos y nos hace sorprendernos de cuán raro es hablar con colegas sobre la materia misma de nuestros trabajos coreográficos. Nos conocemos sin conocernos y seleccionamos para nuestras afinidades todo lo que las potencia excluyendo los disensos aunque por momentos (los mejores) sí aparecen explícitos. Quizás en la rareza de este tipo de aparición esté una clave de la inercia con la que transcurre la creación dancística contemporánea y la potencialidad de una intervención como la que propone y provee AF.

Perder el miedo y entender que las seguridades son tan solo un mecanismo de defensa que nos impide estar más juntos es la consigna para el festival-laboratorio que se extiende durante la semana de encuentros en Arqueologías.

Hace un tiempo hablaba con un colectivo de artistas que entre artistas solemos hablar de arte pero nunca de política. Lo mismo podría reformularse para notar cómo hablamos mucho de “el arte” pero muy poco de lo que estamos haciendo, de lo que estamos intentando, de nuestros fracasos, de lo errado que nos parece tu o mi  intento, de las preguntas o conflictos de lo que estás vos o yo poniendo en escena. La autocensura opera también entre quienes nos creemos libres y críticos y es funcional a la delimitación no problemática de los temas. Este festival intenta revertir estos dispositivos inmunitarios y dejarnos penetrar por la mirada del otro. Algunas penetraciones pueden ser placenteras pero otras nos van a romper el orto. Y está bien que así sea. Si queríamos (en el discurso artístico o metaartístico) vulnerabilizarnos, ahora (en la realidad, en la calle) llegó el momento. No podemos controlar o calcular ni semiótica ni estéticamente las resultantes de este salir afuera.  

El feedback nos enseña a hablar y sobre todo a escuchar. En este caso el dispositivo es administrado por una moderadora designada que orienta las sesiones a través de un dispositivo diseñado en la escuela DAS de Amsterdam (3). Tiempos coronometrados para diálogos inconmensurables. El arte siempre anda palpando ese borde. Desde la antipatía que me produce la esquematización del diálogo intento hospitalidad y discutir con varias sobre la disyuntiva entre dejar la conversa acontecer o intentar guiarla, contenerla, suavizar y homogeneizar las participaciones. Sigo seducida por la riesgosa búsqueda de los acuerdos comunes emergentes, aun sabiendo de sus riesgos. Gusten o no los dispositivos que administran la charla, participamos y nos escuchamos o somos escuchados como podemos. A veces mal. Y en el proceso las obras cambian y nos cambian y también nuestras miradas se modifican al entrar en contacto con las de otras. Escuchar es dejar entrar a otros y hablar es tomar posición asumiendo que lo que decimos impacta ahí afuera, influye a los artistas, permea las miradas. Este plano de composición no es fácil de lograr en un festival y se construye a base de una irresponsabilidad muy responsable. De una pérdida de control decidida. De una decisión un tanto irrazonable y que parece sin embargo de lo más interesante de probar ante la neutralización de nuestras herramientas afectivas conocidas. Tecnologías de la relación, tecnologías del yo, tecnologías del vos, tecnologías de manifestación. Tecnologías para todo y poca profanación.  

A- F es cataratas de cuerpos, discusiones y escrituras. Una de las continuidades de A - F desde su primer edición es el proyecto de Catarata de escritura - bajo dirección de Camila Malenchini y Micaela Moreno Magliano-, que este año realizó convocatoria abierta y fue llevado adelante por un grupo amante del pensamiento colectivo y la conversación textual, transitando durante todo el festival y expandiendo un tejido textual-conjuntivo entre obras, laboratorios, participantes, residentes, artistas.

Al terminar las actividades del día, el grupo de Catarata se reúne cuando ya todos estamos tomando cervezas, bailando, drogados o yendo a dormir, y los alimenta sin duda una pasión incansable y que amplifica nuestra percepción del festival. Catarata produce textos individuales pero su mayor desafío es crítico-poético y consiste en la publicación dia a dia de una publicación impresa donde el lenguaje es reinventado cada vez en un juego de copulación lujuriosa entre forma y contenido.

Por lo dicho y ante las pruebas, este texto es por lo menos un exceso en tanto llueve sobre catarateado. Basta recorrer las ediciones impresas que día a día se nos entrega antes y durante las funciones, o visitar los textos que individual y anónimamente van hidratando esta web: https://arqueologiasdelfuturo.hotglue.me/.  

Las artistas participantes con sus obras están también a cargo de laboratorios de práctica donde compartir investigaciones, exploraciones, estrategias. Esta es otra ventanita al universo conceptual y sensible de les participantes y otra boca de generosidad donde se extienden cuerpos y lenguas. Máquinas de colaborarnos en una alquímica dancificación de la política, una donde la diferencia no sea condición excluyente del estar juntos sino precisamente su forma de posibilitar esta co-existencia.

Nosotres y el presente de un futuro que nos encuentra perdiendo los límites, deshaciendo los planes, apropiándonos para desprivatizar, trazando mapas desde una situación que demanda reactualizaciones permanentes y obstruye las salidas individuales. Manifestaciones a futuro desde un presente opaco.

El ambiente de intercambio y proximidad de A-F invita a abandonar la fría distancia conceptual del artista contemporáneo de vanguardia; medio pasado de todo, medio desilusionado con todo, aséptico estéticamente, escéptico políticamente, inmerso en una pretendida revolución de lo sensible que no incomoda a nadie ni redistribuye. Incluir a los ya incluidos parece ser el slogan no admitido de los círculos experimentales que hasta hace poco construimos como refugios de un mundo que “no nos comprende”. La táctica ha sido quedarnos entre quienes nos comprendemos (quizás para poder precisamente comprendernos lejos de un sistema que hace ruido permanente para someternos) pero este retiro monástico nos convierte en elite autorreferencial si nos asentamos en él.

¿Qué tenemos para poner en el asador del mundo además de nuestro grito sensible de hambre de crítica y de transformación?

Los artistas invitados son Gustavo Ciriaco (Br), Natalia Viroga & Santiago Tricot (Uy), Magdalena Leite & Anibal Conde (Uy-Mx), Tamara Cubas (Uy), Barbara Hang & Ana Laura Lozza (Ar-De), Javiera Peón Veiga (Cl), Juan Pablo Camara (Ar-Nl), Vera Garat, Leticia Skrycky & Santiago Turenne (Uy), Amparo González Sola & Juan Onofri Barbato (Ar), Esthel Vogrig, Juan Francisco Maldonado & Nadia Lartigue (Mx), Coletivo Qualquer (Br-País Vasco), Cecilia Priotto (Ar) y yo (Lucía Naser).

La curaduría tiene criterios afectivos y colaborativos que no por ello dejan de ser económicos. Hoy lo económico está en el núcleo de lo relacional (otro éxito del neoliberalismo), reproduciendo nuestras vidas, tomando cuenta de la política de los afectos Sea por conveniencia o por resistencia nos atraviesa en un mundo en el que quizás la clave sea pasar del auto-emprendedurismo a lo común como único recurso digno de activarse sin que nos atrape dentro.

Del capitalismo escapa no quien quiere sino quien puede (dice Erik Oling Wright (4)) y esta vez es la crisis del afuera lo que despierta la crisis del adentro (del arte y de nuestras subjetividades de clase medio media). No hay escape en el reino de la estética, my friend.

Por ahí leí en estos días a alguien que escribía en facebook que aún le faltaba dinero para dejar de ser capitalista. La frase molesta porque exhibe sin pudor el conflicto en el que estamos sumidas todas. Y a la vez porque no podemos esperar a la abundancia o situación favorable. Necesitamos compartir incompetencias (5) y precariedades: pensar la situación sin caer en el pensamiento mezquino del cálculo o del posibilismo.

Chile, Uruguay, Argentina, Urumex, Brasil: las obras son de un grupo de artistas que vienen encontrándose y colaborando juntos y la contaminación se deja ver. Nos gustamos y no hay objetividad de juicio estético que valga. Nos deseamos y queremos encontrarnos. La antimoral crítica nos impide tantas veces laburar desde ese reconocimiento. Detrás de esa autocensura dejamos pasar un goce que podríamos usar de combustible para la transformación en colectivo.  


Necesitamos maquetas para la reinvención de un arte implicado y una crítica profunda a y desde nuestras intimidades . 

Las obras a la obra en el festival son performadas por cuerpos sensuales, vibrantes de violencia, tensos, virtuales, mojados, fornicando con la luz, aburriéndose y aburriéndonos, cuerpos en penumbra fundiéndose en el espacio, perdidos y hallados, jugando con nuestra obsesiva búsqueda de claridad, desactivando nuestra percepción y sus hábitos, paisajes de luz, paisajes de catástrofes, el cuerpo en el centro y en la periferia, el cuerpo invisible, el cuerpo de quienes no somos estos cuerpos.

Aunque algunos ensayos y funciones son en el Centro Cultural San Martín o Sala de máquinas, el punto neurálgico de encuentro es Sala Fábrica Perú, una casa autogestionada, una casa de músicos y artistas de varias ramas, raíces y savias. Una casa de la que mucha gente tiene llaves: esta podría ser la definición para un centro de pensamiento y acción sin fines de control o lucro. Sin fines (al menos predeterminados). El principio. El fin. El principio. El fin. El principio. El fin. El principio. El fin. El principio.El fin. El principio. El fin. El principio.El fin. El principio. El fin. El principio. Oscilando entre estos dos extremos sólo discernibles en el plano del lenguaje una de las obras repite como un mantra los sonidos que van dejando de significar.

El fin. El principio. El fin. El principio. Arqueologías corre el riesgo de convocarnos en este tramo final del año. Un año de mierda. Un agotamiento que debilita nuestras defensas y deja salir como roquitas ante la bajante del mar eso que aún está ahí, que no pueden obligar a irse. Este año llegamos golpeados a fin de año. El 2016 nos enseñó a perder; perder el tiempo, perder amigos, perder en el campo de la macropolítica, perder la fe en nuestra diosa la Micropolítica. La crisis ofrece una oportunidad y es claro que la invención se vuelve más necesaria y por eso más viva que nunca en estos contextos. Nos toca encontrarnos lastimados, sin un mango, sin porro, sin cachet o con uno ínfimo, con tragos caros, con pasajes de 8 horas de escala para abaratar, durmiendo de a 3, aguantando el hambre hasta la hora en que el chino ya acercándose a la hora de cierre arma las bandejas a precio de pobre, aún así sabiendo que somos privilegiados, trabajando por el amor al arte y por esos que lleguen, constatando nuestro amor, articulando en la diferencia, armándonos de sí-es, buscando algún denominador común que nos ayude a flotar en la tempestad temblorosa desde nuestro botecito inflable, cenando parados, peleando con quienes nos gustaría estar apoyando y viceversa, disputando egos, intentando soltar, bajando los brazos para subirnos a la erótica montaña de cuerpos y dejarnos pesar.

No nos dejamos pasar. Aún estamos acá. Resistimos alguna cosa. Resistimos aún dudando de si vale la pena hacerlo, porque aprendimos que demasiado rápido el sistema nos convence de que no vale la pena resistir. Resistimos habitando la contradicción y planteando el conflicto. Intentando salir de él menos mezquinos. No es fácil pero sí es vital para la arqueología de un futuro común. Resistimos aunque nos gustaría, nos encantaría estar usando otros verbos como construcción o inclusive deconstrucción.

¿Quiénes y qué resiste?

Arqueologías del Futuro sucede en medio de una gran paradoja. Mientras a la interna del campo artístico vamos profundizando nuestros entendimientos y herramientas de colaboración y de crítica, el peligro de endogamia que acarrea la autonomía y empezaba a preocuparnos sufre antes el embate sorpresivo de un afuera que hace estallar urgencias sociales, políticas, afectivas. Nuestras percepciones de “realidad” y nuestras definiciones de “política” sufren crisis irreversibles.

Y la política ya no es una opción filosófica o estética para el arte sino que es una necesidad. La necesidad no deviene (o no sólo) de la garantía de los derechos laborales de los profesionales del arte, o de tendencias estéticas que orientan la producción más o menos coordinada o descoordinadora de obras de arte, sino por el desmoronamiento del edificio político y social donde los obreros de la subjetividad estábamos cómodamente trabajando. Por la percepción de que estamos mucho más cerca del 2001 de lo que pensamos durante más de una década, porque cuando todo cae y ya no hay quien nos represente, emerge como esas roquitas de abajo del mar, la resistencia de los tejidos sociales heridos e invisibilizados por el poder (de izquierda, de derecha o “neutrales”).

Si creímos que la democracia vehiculizaría el proceso de llegada a una sociedad más igual y justa, el juego se convirtió en jaula y nos dejó adentro. Nos la dejó adentro. Los artistas nos pensamos revolucionarios de la subjetividades subestimando cuan neoliberales son también nuestros afectos. Demasiado temerosos de cometer pecados morales nos creímos que los afectos son de izquierda y revolucionarios, y los valores de derecha y conservadores. ¿Hay quizás un posicionamiento más moralista que este? ¿Es casual que la necesidad de hablar de pasiones y afectos emerja al mismo tiempo en que el arte conceptual fue cooptado por el mercado y no es más que una carnada desmovilizadora de nuestras experiencias y poéticas al servicio de fondos concursables? (se aceptan criticas, yo así lo veo).

A-F convive con una situación política que demanda urgentemente dejar de pensar el neoliberalismo como algo externo y visualizar cuán próximo está el arte contemporáneo de ser un mercado con actores individuales en competencia por recursos económicos y simbólicos que usufructuarán… los que puedan. Y poder en este caso se mide en dinero.  

La última noche del festival programa catástrofes a escala de maqueta y resistencias escenificadas encima de un mar enturbiado de maderas flojas y aire comprimido.

En relación al nuevo gobierno y al no tan nuevo de la ciudad, no es fácil tomar posición y la comunidad cultural y artística oscila entre la decisión de no actuar ni ocupar en espacios públicos negándose al diálogo con el macrismo versus intentar resistir en las instituciones y estado con el fin de no perder los espacios conquistados (y públicos). La emancipación de lo público de la égide dominadora del estado es otro frente de batalla.

Y así como el macrismo no es un ente abstracto ni personificado, las relaciones afectadas por estas disyuntivas y luchas tienen rostros y cuerpos concretos. Emergen así alianzas y antagonismos entre artistas, públicos, funcionarios públicos, jerarcas del gobierno, el gobierno, los sindicatos y colectivos.

Arqueologías opta este año y en el contexto de escasísimos recursos ocupar una sala pública en un gesto de toma de postura. Sin embargo la decisión no es fácil y hace nacer tensiones entre quienes estarían en términos de ideas, de un mismo lado. El conflicto entre los trabajadores de un teatro casi clausurado y el ministerio de la cultura de la ciudad estalla durante la programación y deja de rehén a A-F. Una vez más: implicarse no es una opción sino una condición de existencia.

Inevitable es mirar atónitos a los artistas que insisten en definirse como “apolíticos”. Va con amor.

La separación entre nuestros ideales y nuestras condiciones reales de producción y existencia es otro éxito del neoliberalismo y atacar esa distancia tiene el costo de asumirnos contradictorios y a menudo prosistémicos. Y de pelearnos muchas veces si es necesario.

Pero el disenso no es el límite de la acción política sino su núcleo de mayor potencia e intentar reducirlo es conformarnos a la idea de que la democracia significa el fin de la guerra.
En la actual democracia liberal estamos en guerra. Cualquier otro discurso solo sirve para invisibilizarla y trabaja a favor de quienes están ganando en este momento una guerra legalizada pero no por eso menos injusta o sangrienta.  

Y no se trata de pedir la inmolación de los kirchneristas ni la inquisición de los macristas sino de comprender la complejidad en la que estamos embarradas hasta el cuello. El purismo es totalitarismo y produce similares consecuencias.

Después de la última función de la última noche y a contramano de la máxima de la gestión que es siempre mostrar la cara de todo regio y bajo control en un clima de alegría y autocelebración superficial, las organizadoras de Arqueologías decidieron que era necesario hablar. Fue así que leyeron en boca de Cata Lescano una carta informando lo sucedido en la misma sala donde se peleó, sudó y resistió durante los días de festival. Las palabras pronunciadas frente a los participantes y artistas del festival y trabajadores del teatro se dirigen al  Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y tienen claro que la responsabilidad la tiene el gobierno y no los trabajadores de la Sala o sus técnicos.  Tras narrar las dificultades previstas - que amenazaron con impedir la realización de las funciones del festival y causaron llamadas desesperadas en busca de salas alternativas- la carta señala que:

... no es anecdótico, no es un hecho aislado, no pasa todo lo que pasa porque se rompe un aire acondicionado. Es consecuencia de políticas públicas que tienden a hacernos desaparecer por desgaste mediante el recorte, el ajuste y el vaciamiento. Es falta de presupuesto para la Cultura, ES NEGLIGENCIA. Sabemos que los directores y gerentes de éste espacio advirtieron al MINISTERIO DE CULTURA 4 veces en el año sobre la posibilidad de que suceda lo que sucedió: que la mitad del edificio se quede sin aire acondicionado implica levantar la mitad de la programación y eso es grave. Todos sabemos que del otro lado de este centro Cultural tenemos un teatro cerrado hace años. Tampoco queremos eso. No queremos más teatros cerrados, no queremos más clausuras ilegales a espacios independientes en los que damos fé están en muchas mejores condiciones que los dependientes de la ciudad, no queremos más espacios cerrados por falta de políticas públicas que promocionen y fomenten el arte. Agradecemos a todas las personas que pese a todos estos avatares pusieron el cuerpo, a los artistas, a los técnicos y a las personas que dieron todo de sí para lograr que sea posible realizar todas las funciones.

Nunca podrán sacarnos el amor.

La denuncia es hermana de la celebración. El pedido nunca debe opacar el reconocimiento de lo que sí podemos y aunque muchas veces nos peleamos desde las veredas de una y otra táctica, entre ellas media una especie de necesaria división del trabajo.

EL cierre toma la calle el sábado 17 en una caravana organizada en colaboración del equipo de Hiedrah Club de Baile, A - F y lavaca - MU. La invitación-anuncio invita a unir

...dos puntos de la ciudad en una caravana pobre - no tenemos plata para volvernos idiotas en huevadas - y hacer de la calle un fiestón alegre de cuerpos que buscan:
- Que la regulación de nuestros deseos no sea regida por políticas que sólo responden a flujos comerciales. Somos esclavos de lunes a viernes, sábado y domingo intentemos decir BASTA.
- Que estas políticas no nos lleven a reducir nuestra actividad a una fiesta middleclass para personas de cuerpos habilitados. TODXS queremos y podemos bailar: pobre o enfermo es sinónimo de guerrero.
- Que esa actividad no se censure ni se modere por medio de represión, falsos toques de queda, persecuciones políticas, prohibiciones de ritmos y plataformas (es real), en nombre de una SEGURIDAD por tragedias prevenibles que nos dejaron muertos y plata lavada en coimas. CROMAÑÓN Y TIME WARP son NUESTROS MUERTOS y TU RESPONSABILIDAD.
- Que el abuso de poder no conlleve a malos tratos entre locales bailables y productores que les llenamos el local. NO SOMOS ENEMIGOS.
- Que este abuso no conlleve ser rehén de la violencia cisheteropatriarcal del macho de turno: el del patova de la puerta, el del espectador buitre abusador, el del inspector municipal que te gorrea.
VIOLENCIA SE RESPONDE CON VIOLENCIA.
- Que esa violencia no nos lleve a ser entendida por el ente mediático banana como "problema generacional" o "juventud perdida". La noche está en manos de viejas, nosotras NO TENEMOS LA CULPA de su mierda.
- Que los productores autogestionados nos unamos en un mismo reclamo para no ser el chivo expiatorio de las grandes producciones que lavan guita, coimean y se desdice de responsabilidades. ¡LA FIESTA ES CULTURA!

Bailar, drogarnos, coger, dejar de ser productivos, perder el control, despilfarrar energía porque sí, descivilizarnos un poco, descalcular nuestras distancias y sustituir el narcisismo de las pequeñas diferencias por una fiesta política que no banalice el amor. Esta es la escena política (6) que se ensaya a veces y otras sale a performar a la cancha grande de la ciudad, de lo común, del espacio donde puede irrumpir lo que no logramos prever en la elaboración de estrategias ni contener bajo nombres de colectivos. Ahí está lo maravilloso o lo literalmente fantástico de la política.

Mientras
Simultáneas a A-F suceden otras escenas intensísimas en la ciudad escenario. Paros y asambleas; Amor si; Macri No; festival de resistencias (7); bailarines del Colón con pancartas y contra Maximiliano Guerra (8), Abogados manteros (9), ocupación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (10), Ni una Menos (11), Paro mundial de mujeres, celebraciones del goce, represión y criminalización de la manifestación social; el fascismo oficial y el fascismo social.  

El futuro se teje con los aprendizajes del pasado y los archivos del presente que son nada menos que nuestros cuerpos que actúan. El futuro parece anunciar la necesidad de mezclarnos con otras fiestas y con otros cuerpos festejantes, destruir la autonomía disciplinar para construir un autonomismo político, un ser-en-común, unos devenir anónimos, poner el cuerpo y dejar de debatir como ponerlo o no ponerlo. Poner el cuerpo por quienes no pueden sacarlo. Coordinar la complejidad, desprivatizar la experiencia y la existencia, encarnar la crítica, dejar de comprometernos y empezar a implicarnos, una alianza sur donde los polos hayan sido desterritorializados y reterritorializadas las coordenadas históricas de la dominación (también las de las resistencias).

Acá no hay delivery. Nada tenemos que esperar sino de nosotras mismas. Somos una caravana de cuerpos delirantes y en la intraducibilidad de la locura está nuestro antídoto a la inmediata cooptación de las fuerzas sociales. Dancificación de la política, la vida parda en resistencia, la gentileza de un acto desinteresado, el nosotres que no excluye a los otres; cataratas de afectos que llueven también odios y rabias y desacuerdos y disidencias, el vencimiento sin fecha de nuestros dispositivos; la conversión del biopoder en biopolítica que expropie la vida de su reproducción neoliberal. El ego como internalización del individualismo neoliberal; el macri en vos, son los enemigos. Estamos más cerca de poder imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo dicen varios en estos días citando a autores diferentes. Y es por esto que responder a la interpelación que el mundo nos hace en tanto trabajadores - asalariados o no - es someternos a una teoría del valor que solo nos contempla en tanto productores de valor económico o funcionales a su reproducción.

La misma pregunta que nos hacemos sobre el rol político del arte en la situación que nos contiene, se la podemos hacer a la política y a la democracia. Invita Peter Pal Pelbart a

Pluridimensionar o campo. Recusar a homogeneização sutil mas despótica em que incorremos às vezes, sem querer, nos dispositivos que montamos quando nos subordinamos a um modelo único, ou a uma dimensão predominante. Aceitar esse paradoxo de que quando um dispositivo está dando certo demais é que ele já não serve mais, que quando um grupo está demasiadamente bem sucedido alguma processualidade foi emperrada, que quando entendemos muito bem é porque deixamos de entender um bocado, que quando estamos muito sãos é porque já estamos muito é neuróticos. (A Nau do Tempo Rei, 23).

La paradoja hoy se hace urgencia y necesidad. Sustantivos de un ambiente más propicio a que desde el arte podamos actuar fuera del arte. O al menos fuera del marco artístico que neutraliza nuestros intentos de interrumpir y rasgar la realidad.

Hoy la pregunta es ¿qué podemos? Y el problema no tiene respuesta teórica ni respuesta en la individualidad singular (y a menudo fetichizada) del cuerpo, sino únicamente en ensayos y tentativas prácticas colectivas que pongan a actuar la vulnerabilidad y potencia de nuestros afectos.





Notas
(1) Texto y título inspirado por este texto: http://artesescenicas.uclm.es/archivos_subidos/textos/379/Marina%20Garces-que%20podemos%20hacer.pdf
(2) A-F está bajo la Dirección Artística y Curaduría de Alina Ruiz Folini y la Coordinación en Gestión y Producción de Catalina Lescano. Más sobre el festival y equipo acá: http://arqueologiasdelfuturo.com/.
(3) http://www.ahk.nl/en/atd/theatre-programmes/das-theatre/feedback. 

(5) Un canadiense llamado Stephen Wright dijo hace poco algo sobre esto en montevideo.
(6) No casualmente un colectivo recientemente creado toma ese nombre para salir del estudio a la calle a hacer política con herramientas propias y ajenas, contra el macrismo como postura política común articulando un montón de movimientos y diferencias: http://escenapolitica.org/


* Foto: Resistir - Tamara Cubas, Perro Rabioso. 

* Carta completa leída por A-F en el cierre del festival:
“Nosotros, todos los que conformamos el equipo de Arqueologías del Futuro, pensamos que el Silencio es Complicidad. Por eso no queríamos dejar de contarles algunas cosas sobre nuestra vivencia aquí esta semana. Llegamos el martes con un cronograma ajustado pero muy preproducido para llegar a hacer todo en tiempo y forma. Teníamos que hacer 3 montajes en un mismo día y cuando llegamos a la sala asignada los técnicos nos dijeron que no podían trabajar porque no había aire acondicionado. Nosotros tampoco podíamos trabajar sin aire acondicionado ya que como vieron las propuestas son muy exigentes. De ese modo nos habíamos quedado sin sala y casi sin margen de acción. Las 3 obras que estuvieron en este espacio desde el jueves fueron planteadas para una sala muy diferente tanto en lo arquitectónico, lo estético y necesidades escenotécnicas. Ese día mientras pensábamos cómo íbamos a resolver los de boletería pusieron que nuestras entradas estaban agotadas para evitarse problemas de devolución de dinero en compras hechas con tarjeta de crédito. Cosa que no terminó de resolverse hasta el jueves, día en el que nos enteramos que la plataforma tunentrada.com anda tal como nos dijeron “a veces sí, a veces no". Finalmente el martes a las 12 de la noche decidimos quedarnos aquí y traducir todas las obras a un espacio nuevo en un tiempo de 2 días, algo que se complejizó con la burocracia, la precariedad y la falta de materiales. Volviendo al asunto que origina todos nuestros malestares queremos destacar que no es anecdótico, no es un hecho aislado, no pasa todo lo que pasa porque se rompe un aire acondicionado. Es consecuencia de políticas públicas que tienden a hacernos desaparecer por desgaste mediante el recorte, el ajuste y el vaciamiento. Es falta de presupuesto para la Cultura, ES NEGLIGENCIA. Sabemos que los directores y gerentes de éste espacio advirtieron al MINISTERIO DE CULTURA 4 veces en el año sobre la posibilidad de que suceda lo que sucedió: que la mitad del edificio se quede sin aire acondicionado implica levantar la mitad de la programación y eso es grave. Todos sabemos que del otro lado de este centro Cultural tenemos un teatro cerrado hace años. Tampoco queremos eso. No queremos más teatros cerrados, no queremos más clausuras ilegales a espacios independientes en los que damos fé están en muchas mejores condiciones que los dependientes de la ciudad, no queremos más espacios cerrados por falta de políticas públicas que promocionen y fomenten el arte. Agradecemos a todas las personas que pese a todos estos avatares pusieron el cuerpo, a los artistas, a los técnicos y a las personas que dieron todo de sí para lograr que sea posible realizar todas las funciones”.






domingo, 18 de diciembre de 2016

Dancificación de la política > reverberaciones cataratas

Textos sobre la experiencia en Cataratas de escritura / Arqueologías del futuro 2016

 
>> CATARATAS DE ESCRITURA SOBRE DANCIFICACIÓN DE LA POLÍTICA


Sobre el laboratorio:

La danza tiene diferentes modos de ser política pero ¿cómo hace política?. ¿Cómo se actúa políticamente?
Desde perspectivas conservadoras que ven en la danza un reflejo de la realidad o un lenguaje apto para la transmisión de conceptos preconcebidos, hasta su radical concepción como acto político o de la política como campo inherentemente performativo, estas preguntas atañen a artistas y activistas que buscan transformación.
¿Qué significa y cómo actúa la transformación? ¿Cuánto el sujeto provocador de una transformación es transformado como parte del mismo evento socio-psico-mágico? ¿Se puede pensar la política más allá del sujeto y de la causalidad? ¿Cómo suenan estas preguntas en el campo político? ¿Y en el artístico? ¿Es necesario o deseable continuar defendiendo la autonomía del campo artístico o la micropolítica ante la urgencia de los cuerpos? 


La danza tiene diferentes modos de ser política pero ¿cómo hace política?. ¿Cómo se actúa políticamente?
Desde perspectivas conservadoras que ven en la danza un reflejo de la realidad o un lenguaje apto para la transmisión de conceptos preconcebidos, hasta su radical concepción como acto político o de la política como campo inherentemente performativo, estas preguntas atañen a artistas y activistas que buscan transformación.
¿Qué significa y cómo actúa la transformación? ¿Cuánto el sujeto provocador de una transformación es transformado como parte del mismo evento socio-psico-mágico? ¿Se puede pensar la política más allá del sujeto y de la causalidad? ¿Cómo suenan estas preguntas en el campo político? ¿Y en el artístico? ¿Es necesario o deseable continuar defendiendo la autonomía del campo artístico o la micropolítica ante la urgencia de los cuerpos?
Diferentes planos de lo político se activan permanentemente en la práctica de la danza: la experiencia intraducible del cuerpo y la percepción, el movimiento, las subjetividades y relaciones emergentes, las poéticas y convenciones del marco teatral y artístico, la visibilidad e invisibilidad, la movilización no artística de los cuerpos (marchas, manifestaciones o la fiesta social como coreografía): ¿cuáles son sus límites, sus características y sus posibilidades de expansión?
El laboratorio es un espacio para discutir y quizás practicar tácticas de dancificación de la política desde una crítica incorporada.


Destinado a:  Cualquiera. 


link dancificación en arqueologías 2016 

sábado, 17 de diciembre de 2016

Abogados manteros: entre el capitalismo ilegal y la legislación de la injusticia

Manteros + Abogados Manteros + Escena Política
 
 

El orden nunca puede ser público


El espacio de la ciudad se plantea desde el imaginario de la modernidad como un espacio neutral, democrático, de libre circulación y "público". Las fuerzas del control y de orden representan en el imaginario hegemónico al agente administrador de lo público que garantiza que todos tengamos igual oportunidad de acceso a lo que es de todos.

Primo hermano del igualitarismo del que nos habla el neoliberalismo, este imaginario es una ficción que sirve únicamente al poder y a la consolidación de una sociedad cada vez más policial.

En este contexto no es extraño que la derecha avance con el argumento de la ley abajo del brazo. Ante el vacío de la democracia y su reducción a una estructura institucional organizada para servir al poder hegemónico, la ley es lo único que garantiza que el edificio no se desmorone y nos mantenga atrapados dentro de un juego que no podemos ni terminar, ni tratar/develar como tal.

Estos imaginarios que tan claramente representan el interés de la clase dominante permean no sólo en la clase alta sino también en la clase media y baja. Así es que vemos miles de personas movilizadas contra la corrupción o contra la evasión de impuestos, sociedades de inmigrantes votar leyes contra migrantes contemporáneos, trabajadores explotados acusando a quienes se encuentran en situaciones alternativas a las que la alienación capitalista garantiza mediante la aplicación de la ley, la discriminación en cadena baja hasta los eslabones más bajos y aún allí se sigue reproduciendo. Y todo en nombre de la regulación democrática.

¿Quién precisa de lo legal? ¿No es el policiamiento de lo público otra forma de privatización? ¿Cuál es la potencialidad de lo ilegal en este marco? ¿Qué puede la ley además de policiar la inamovilidad de la inequidad actual blanqueada con el nombre de democracia liberal?

Abogados manteros

Hace unos meses la acción fue performada en el espacio público de una ciudad democráticamente cooptada por los administradores de la desigualdad. En Buenos Aires el macrismo gobierna desde el 2007 garantizando a los ciudadanos de bien que no serán más explotados que los ciudadanos del mal. Esta rivalidad entre subalternos beneficia enormemente a quien no lo es. Hoy la alianza, la única solidaridad posible es (igual que ayer) entre los explotados por el sistema. La performance de calle “Abogados Manteros” fue realizada por Escena Política, algunos integrantes del colectivo Abogados Culturales   y un grupo de manteros durante el Congreso Transversal Escena Política, en el mes de octubre. Abogados matriculados bajo el nombre de Abogados Manteros tiraron mantas cual vendedores callejeros ofreciendo sus servicios a precios de mercado negro, en las calles Florida y Lavalle, pleno Microcentro porteño, que funciona de sitio neurálgico de oficinas del Estado, de los bancos y del flujo de turístico de la Ciudad. El asesoramiento ofrecido iba de cuestiones laborales a penales y el costo de la consulta irrespetaba los aranceles del colegio de profesionales al que estos pertenecen. La teatralidad apuntaba a una realidad no ficticia: la ley también está en venta y en manos de los detentadores de poder económico. 
 
Mientras los Abogados Manteros incumplian no tanto la ley como la costumbre, ofreciendo asesoramiento legal a modo de vendedores informales, performaban el conflicto subyacente a la situación de los vendedores de calle con quienes estaba articulada la acción.

En argentina los manteros son los vendedores ambulantes que revenden mercadería importada casi siempre ilegalmente. El conflicto con la legalidad involucra al origen de las mercaderías y su tránsito hasta llegar a los paños de los vendedores pero también al status generalmente migratorio, a menudo habitacional, laboral de quienes tienen este medio de vida.

Abogados Manteros sostiene que la única ley vigente en el momento que se refiere a esta situación es la que expresa en el artículo 83 de la constitución que este tipo de vendedores deberá estar registrado y debidamente reglamentado para así poder ejercer este trabajo en la calle. Sin embargo, años de desalojos, represión y persecución pasaron y siguen pasando sin que el gobierno haga efectivo algún mecanismo de regulación.

El círculo es perfecto y alimenta a la máquina de su sed de sujetos abyectos. Y de las consiguientes fuerzas represivas.

Esta semana abogados, artistas y  manteros realizaron una acción política autodefinidos y organizad*s como Vendedores Libres. Tomando lugar en Florida y Lavalle los actores de la performance son manteros, la prensa, la policía, los transeúntes, Abogados Manteroes y artistas escénicos de Escena Política.

El guión toma cuerpos, desordenando los lugares asignados y concentrando en un mismo escenario la sin razón procedimental ejecutada por los "agentes del orden".

La obra sucede así:

Acto 1. 2011: antecedentes. manteros son desalojados violentamente de Florida y Lavalle. Este desplazamiento y prohibición es hecho a fuerza de intimidación, amenazas, persecusión y violencia física. El gobierno macrista de la ciudad de Buenos Aires se caracteriza por la criminalización de la pobreza y el mantero es el sujeto vulnerable (subalterno) ejemplarizante.

Acto 2. Octubre del 2016. La acción performativa Abogados Manteros nace del inusitado encuentro entre el colectivo de artistas escénicos Escena Política y el representante de Vendedores Libres (Omar Guaraz).

Acto 3. 13 de diciembre de 2016- Florida y Lavalle. Escena política. Los manteros deciden al cumplirse 5 años de su desalojo re-tomar la esquina de la discordia (cruce de dos peatonales) y realizar una asamblea donde convocan a la prensa y son apoyados por los colectivos Escena Política , abogados manteros y el Robert Dj ambulante quien luego de haber sido premiado por el gobierno de la ciudad por su aporte cultural fue echado del lugar donde pasaba musica y gorra.

Acto 4. 10 am del 13 de diciembre. Unos pocos manteros se encuentran en Lavalle y Florida y sin desplegar sus mantos esperan la llegada de abogados y de la prensa. A la hora combinada estos llegan. Concurren por algún motivo muchisimos medios y la presencia de los reporteros y las cámaras casi invisibiza a la presencia de los manteros que tímidamente están presentes y de a poco empiezan a desplegar carteles con consignas como "necesitamos trabajar", "no somos mafia". De a poco empiezan las declaraciones a la prensa que performando su argentinidad mediática genera un clima de urgencia y exacerbación que contrasta con la debilidad numérica de manteros y abogados manteros. La escena ya es subrreal pero es sólo el comienzo.

A medida que la prensa toma declaraciones e imágenes, se empieza a acercar policía vestida de policía y también civiles que se paran muy cerca e intimidantemente al lado nuestro. Uno me dice "yo sé quien sos" y no se mueve de al lado mío. Al principio pienso que es un baboso queriendo sacar charla pero enseguida entiendo que esa interpretación es no sólo ingenua sino errada. Las declaraciones continúan y el clima está inexplicablemente tenso entre los cuerpos apretados en una esquina que empieza a cerrarse. Los abogados y Omar (representante de los manteros) dan declaración uniendo la reivindicación de su derecho a trabajar con el asesoramiento legal que explica porqué la ley garantiza ese derecho.

Acto 5. Alrededor de 11am los manteros despliegan tímidamente sus mercaderías. A diferencia de la performance hecha en el Congreso Transversal hoy los protagonistas y vendedores son ellos. Abogados Manteros y un grupo de artistas-activistas de Escena Política están presentes respaldando a los manteros que son cuerpos mucho más tentadores para ejercer la violencia arbitraria que los artistas y abogados blancos y lindos de clase media. (Introspección: existe una violencia que puede ser convertida en potencia y que diferencia a los activistas culturales de los manteros. La apropiación de esta asimetría y la posibilidad de captar la atención de los activistas da cuenta de una diferencia de (toda) clase. Mientras los artistas piensan en como poner el cuerpo hay quien no tiene como sacarlo).

En el correr de las horas la prensa no se va y es actriz protagónica en el transcurrir del evento. Otra protagonista entra en escena y su partitura está organizada coreográficamente: la violencia. Ella no precisa del impacto cuerpo a cuerpo para ejercer su fuerza intimidatoria. Cual actores secundarios significando el evento, transeúntes de clase media y policías de civil ayudan al caldeamiento progresivo del ambiente. Se escucha "son ilegales", "no pagan impuestos", "es la de gran hermano": voces privadas contribuyen con la acción represiva de la "fuerza pública". El fascismo coordinado.

Acto 6. 2pm: La policía cuya presencia había hasta entonces estado equilibrada respecto al resto del elenco empieza a crecer en número y performar un cerco coreográfico a la acción. Los manteros, abogados, artistas y la prensa no son desalojados sino rodeados por 3 círculos de policías: republicana, civil, privada. Los manteros que hasta entonces habían vendido algo de mercadería ya no pueden hacerlo. La prensa y los activistas culturales permanecen en el lugar y más atónitos que los manteros (acostumbrados a estas situaciones) miran sin entender el absurdo despliegue de fuerza para una acción pacífica y microscópica realizada por no más de 20 personas. La prensa es intimidada y la presencia de sus cámaras es crucial para desestimular el uso de la fuerza. Sus cámaras contrarrestan las cámaras de celulares de los policías de civil que apuntan a los rostros de manteros y activistas retratándolos violentamente. La tensión crece y nadie sabe qué hacer. Para quienes pasan por el lugar la escena es casi la de un cerco anti terrorista. Casi ni importa quién está adentro o por qué. La fuerza performa la penalización de lo que no circula, de aquello que pretende interrumpir la normalidad. La coreopolicía vence en la guerra de guiones.



Esta es la coreografía de la democracia contemporánea. No es casual que los actores capaces de generar impacto mediático y sed represiva no sean los mismos que quienes son sujetos de ella. Los manteros performan los sin voz y sin ley; la prensa y los colectivos artísticos los ayudan a materializar la mediatización del evento y lo hacen existir como tal (paradoja y potencia); la policía cumple su rol más predecible: no dicen lo que quieren, su presencia performa la violencia desde una quietud encapsulante, desde la violencia no activada que amenaza la ejecución de cualquier paso no previsto por una ley que ellos mismos inventan. Ready made legislativos. Los activistas-artistas colaboran en la construcción del dispositivo teatral que permite que la situación emerja y produzca sus consecuencias.

Teatralidad y ficción en la escena política contemporánea. "Va a estar bueno Buenos Aires". ¿Para quién?



Registro de la acción x Escena Política

Microentrevista a Matías de Abogados Culturales






viernes, 9 de diciembre de 2016

Episodio III: una obra adolescente para todo público: sobre la experiencia realizada junto a adolescentes de Rocha y Maldonado

Episodio III: una obra adolescente para todo público:
sobre la experiencia realizada junto a adolescentes de Rocha (La Paloma) y Maldonado*



 

* publicado originalmente en la revista Entrepatas (CUTDIJ)

“Episodio III: una obra adolescente para todo público” comenzó como un proyecto en el que me proponía trabajar con adolescentes ya que en esta etapa inmediatamente previa a la adultez, los imaginarios, ficcionalizaciones, autoficcionalizaciones y lo lúdico se presentan de formas particulares. Sin embargo, mis ideas y preguntas previas a la realización del proyecto tuvieron poco que ver con lo que observé una vez iniciado el proceso de trabajo junto a los grupos. Es esta experiencia, sus hallazgos y las reflexiones de ella derivadas, lo que deseo abordar en este texto.

Introducción a Episodios: la serie

Episodio III se enmarca en la serie Episodios. Episodios es una investigación de largo aliento que comencé en el 2014 y en la que me proponía investigar cómo ciertos principios investigativos y perceptivos de la danza contemporánea podían encontrarse con elementos tomados de la ficción, la especulación fantasiosa, la autoficción. Este interés devino de preguntas relacionadas a los lenguajes escénicos y la representación, sobre todo pensando desde un campo (la danza contemporánea) que se ha alejado de ella, indagando en el territorio de la performance. Se podría decir que en la DC lo experiencial y fenomenológico tiene más peso y prestigio que lo fantasioso, ficcional, narrativo, representacional. Las implicaciones de este consenso (no siempre reconocido por un campo que se entiende a sí mismo como pluralista) han comenzado a parecerme limitantes y fue así que inicié una exploración en el terreno de la fantasía, la autoficción y el cruce con diferentes comunidades. Esto último tenía el objetivo de acercarme y colaborar artísticamente con grupos artísticos y sociales que trabajan con la ficción y fantasía como materia prima.

Fue así que Episodio I y II se aproximó al universo de superhéroes y del cómic, investigando qué corporalidades, potencialidades, modos de representación, caracterización y narrativa podían encontrarse allí. Episodio IV (y paralelamente la obra “La Lucha”, creación colectiva realizada junto a artistas de Curitiba-Brasil) fue dirigida junto a Carolina Guerra y Vera Garat y buscó indagar en la autoficción y sus tecnologías del yo y del otro a través del acercamiento a artistas transgénero, a las estéticas del transformismo y la transexualidad.
 
Episodio III buscó provocar lo que impredeciblemente surgiera del encuentro con grupos de adolescentes cuyos contextos diferían entre sí y con los que he podido trabajar anteriormente. La lógica de lo eventual y lo impredecible estaban en la base del deseo de realizar este proyecto que busca integrar lo creativo, lo educativo, lo social y lo político, entendiendo que el trabajo artístico en colectivo siempre involucra de alguna forma, estos cuatro términos. El proceso consistió en la convocatoria al grupo y la proposición de algunos puntos de partida para luego - bajo mi conducción y el taller impartido por Leticia Skrycky en el que los adolescentes experimentarían con elementos escénicos relacionados a la luz, sonido y diseño de espacio – encontrar un rumbo para transitar juntos.

Lo creativo como educativo como creativo: aprender haciendo




Cuando comencé a idear el proyecto y lo postulé a FC-MEC la idea era trabajar con adolescentes de Rocha y Maldonado en una serie de talleres y que luego derivarían en la creación de un solo escénico. El proyecto fue premiado por FC pero en el inicio de su realización me deparé con la necesidad de reformular la metodología, al percibir que me interesaba menos la creación del solo a partir de los talleres, que el propio trabajo con los adolescentes. Fue así que reformulé con la idea de montar con los dos grupos involucrados, una obra escénica que basada en improvisación, los pusiera a ellos en escena.

La creación como experiencia formativa por un lado, y la investigación que suponía experimentar desde la misma metodología con dos grupos y contextos radicalmente diferentes, me llevaron a convocar a los adolescentes desde dos instituciones educativas.

En Rocha el proyecto fue realizado en articulación con el Liceo de La Paloma. En Maldonado junto a la Escuela Departamental de Danza. Esto introdujo una primera y relevante diferencia entre los adolescentes en cuanto a su formación e información previas en danza, así como en los contextos socio culturales de los que los participantes provenían.
 
La convocatoria lanzada en diferentes momentos, invitaba a adolescentes entre 12 y 18 años a conformar un elenco para la creación colectiva de una obra de danza contemporánea. Se anunciaba que los adolescentes debian poder concurrir a la totalidad de ensayos (según cronograma) y que podrían participar desde los diferentes roles que implica una creación escénica en danza: bailarines, iluminación, gestión y difusión, dirección u otras. Esto tenía por objetivo dar mayor amplitud en la convocatoria y visibilizar los diferentes roles implicados en procesos creativos de las artes escénicas.
 
De este modo, los diferentes contextos donde se llevó a cabo el proyecto aportaron características profundamente diferentes. Aunque la misma metodología y disparadores fueron empleados fue sustancialmente distinto realizar este proyecto artístico en un medio como el rochense y liceal - donde las ofertas culturales y educativas son escasas y la institucionalidad cultural no está orientada a objetivos artísticos-, que hacerlo entre jóvenes que fueron convocados desde la Escuela Departamental de Danza y la EMAE y que presentan aspiraciones vocacionales ligadas a lo artístico. En particular, al realizar la convocatoria entre estudiantes de primer ciclo en el Liceo, estos no contaban con orientación vocacional hacia lo artístico y sus motivos de interés en el proyecto eran diversos: unos por el interés en el diseño y la divulgación, otros por la improvisación, la danza, la experiencia de estar en escena. Por otra parte, los adolescentes participantes de Rocha tuvieron una participación más intermitente y poco regular, menos acompañada por sus familias inclusive el día de la función realizada en el Centro Cultural de La Paloma. Estas fueron variables que intervinieron diferenciando la realización de Episodio III en Rocha y Maldonado.

El inicio

El inicio del proyecto implicó pasar de la idea de ofrecer un taller para los adolescentes, a la creación o montaje junto a ellos de una estructura de improvisación donde el foco estuviera puesto en la investigación perceptiva más que en la composición formal. Evalué a la hora de esta modificación el hecho de que existe una gran oferta de talleres y clases de danza de diferentes técnicas, sin embargo encuentro muy pocos proyectos orientados a la creación como camino para la formación en esta fase etárea de la adolescencia.
 
La inquietud surgió observando por un lado la cartelera de artes escénicas - que abunda en oferta de teatro infantil pero mucho menos de danza para o por adolescentes o la tercera edad. Aunque me parece discutible pensar en lo positivo o negativo de tales segmentaciones del público - que aunque ayudan a direccionar las obras hacia diferentes públicos pueden acabar alimentando prejuicios sobre lo que otros percibirán o no de cierta experiencia - me resultó interesante proponer una experiencia escénica y sus etapas precedentes, como modo de conjugar prácticas dancísticas con otros saberes y tareas del campo de la danza que no solo tienen que ver con la coreografía sino también con la creación en lo que se refiere a la totalidad de sus que haceres
En relación con esto, el brasilero Ricardo Basbaum se refiere a la multifacética caja de herramientas que el artista independiente debe manejar para desempeñarse profesionalmente como tal a través del concepto de “artistas etc”1
 
Sin embargo - y cuestionandomelo varias veces durante el proceso - creo que no sólo se trata de enseñarles que el mercado nos exige hacer de todo y para sobrevivir tenemos que autoexplotarnos, sino de pensar juntos qué hacer ante esta realidad. Cómo transformarla desde nuestras prácticas sin negar al mismo tiempo nuestra necesidades. Enseñar a “ser artista” (si algo así es posible) no es solo enseñar un modo económico y formal de producir obras, sino a ser críticos, imaginativos, deseantes.
En ese sentido nos pareció importante compartir con los adolescentes participantes, como el quehacer del artista lo coloca en situaciones y redes de relaciones contradictorias y paradójicas, donde el contenido estético político de sus obras puede ir a contramano de sus modos de producción. La conclusión al menos provisoria es que esta serie de problemas y contradicciones es parte de lo que debería enseñarse en todo proceso formativo en danza contemporánea. Mucho más si queremos hacer con nuestro arte algún cambio o pequeña transformación política.

¿Creación colectiva?

Parte de la metodología consistió en proponer un formato de creación colectiva en el que, si bien existían roles diferenciados, el grupo tomara decisiones junto a lo largo del proceso.
 
Dadas las características del proyecto, y el hecho de que mientras que mi trabajo y el de Leticia eran remunerados en tanto coordinadoras-docentes del trabajo, fue necesario e interesante discutir las relaciones económicas que hacían a nuestra colaboración y organización colectiva. Este punto buscamos explicitar el carácter mixto del proyecto en tanto artístico pero también educativo, así como lo que implicaba que existieran roles remunerados y otros voluntarios.

Si bien esto fue comprendido y aceptado de buena for a por el grupo, no faltaron conflictos que nos hicieran re pensar la dimensión económica como parte de las relaciones de creación de la obra. Para trabajar sobre ejemplos concretos, cabe decir que las cuestiones económicas generaron tensiones cuando en la etapa realizada en maldonado, un colaborador se ofreció a tomar fotos que luego usamos en la página del proyecto. Dado que contabamos con un pequeño rubro para registrar la performance y que ya habíamos contratado a alguien para ello, el colaborador se sintió desvalorizado o burlado, expresando este disgusto en conversaciones que mantuvimos después de realizada la función.

Este episodio me hizo reflexionar sobre las tensiones de lo económico en los procesos colectivos así también como en el problema que supone diferenciar lo amateur y lo profesional, a docentes y a almunos o hacerlos convivir de modo horizontal en un mismo grupo o proceso. El joven fotógrafo – cuyas inquietudes y angustias resultan comprensibles aunque no justificables - deseaba valorizar su trabajo en un momento en el que intenta pasar de amateur a profesional. Sin embargo, la confusión producida por la falta de comunicación previa (habíamos hablado de lo económico en un ensayo en el que él no había estado presente) generó rispideces y redundó en un conflicto innecesario. Mi decisión de usar para la divulgación las fotos del colaborador y no las del “profesional” contratado, había buscado dar espacio y valor al aporte del voluntario, sin embargo fue tomado como abuso hasta que logramos zanjar las confusiones (no así su malestar) a través de varias conversaciones y explicaciones posteriores a la función.
 
Respecto a la división del trabajo, tanto en Rocha como en Maldonado discutimos la distribución de los diferentes roles en el equipo. Mientras que en Rocha mantuve el rol de “directora”, allí el colectivo de adolescentes se dividió entre quienes quisieron estar en escena y quienes se interesaron por los aspectos técnicos y comunicativos de la creación. Tuvimos entonces un grupo de “técnicos” que se encargaron de ayudarnos a pensar la música, hacer la web del proyecto, crear afiches, divulgar, dar nombre a la obra, y otro que creó e interpretó la obra desde el rol de bailarines-creadores. En Maldonado y aunque yo mantuve un rol propositivo desde la dirección, el desarrollo más continuado del taller de Leticia hizo que todo el grupo acabara por involucrarse con el diseño lumínico y la difusión al mismo tiempo en que estaban en escena. Por otro lado, durante el proceso creativo realizado en Maldonado, el grupo decidió que llevaríamos un diario de los ensayos y que la tarea de registrar los diferentes encuentros iría rotando. Esto aportó al proceso la creación de un relato paralelo sobre sí mismo y la conceptualización de lo que estábamos haciendo en el plano de la escritura y el ambiente virtual donde eso era compartido con otros2.

Si bien el tiempo de ensayos fue corto y eso fue en detrimento de que fuera viable discutir en profundidad el rumbo de la creación, la experiencia funcionó como una especie de maqueta o experiencia piloto de una creación colectiva. Esta restricción de tiempos hizo que las prácticas que hicieron a la materia prima de la obra fueran propuestas por mi a partir de lo hecho en los Episodios I y II. Sin embargo la orientación temática que ambos grupos propusieron - la del bullying en Rocha y la del error en Maldonado - nos confrontaron con la tarea de cruzar las premisas, adaptándolas y enfocándolas desde la perspectiva propuesta por el grupo.
Repensar, organizar y llevar a prácticas, el significado de lo colectivo como forma de trabajo considerando los diferentes arreglos y pre-acuerdos (o en otras palabras nuestro “pacto educativo”) y acuerdos del grupo, fue uno de los objetivos del proyecto que más potente se mostró durante su realización. En resumen hubo espacio para discutir la división del trabajo y de roles, los modos de organización interna y de creación en grupo, pero también las implicaciones económicas de ser un colectivo y las condiciones concretas de producción de esta obra llamada Episodio III.
 
Otro de los objetivos alcanzados fue compartir con el grupo participante las diferentes etapas y mediaciones implicadas en el proceso de crear y mostrar una obra: conseguir lugar para ensayar, ensayar, la divulgación, el espacio para la presentación, decisiones internas al proceso, la relación con el público, disusiones sobre el tema de la inteligibilidad o la abstracción versus carácter explícito de la obra que creamos.
 
Noté que para los adolescentes - tanto quienes tenían experiencia en danza como los que no - un tema significativo es porqué la danza intenta y logra o no transmitir un mensaje; de qué modos es comprendida o no comprendida, porque a veces emociona y otras hace pensar, qué diferencia hay entre lo que el artista quiere hacer y lo que la obra hace en el mundo
 






 
Me encontré con que los adolescentes participantes están lejos de comprender o conocer ciertos consensos que nos resultan a esta altura normalizados en el círculo experimental de la danza contemporánea. Por ende, el huir del significado explícito, o la preocupación por lo que el público “va a entender” o por lo que “queremos decir” con la obra, se presentaron como desafíos planteados por ellos y a los que tuve que enfrentar y (re)pensar desde mi rol de coordinadora/directora.
 
Este aspecto también se presentó de forma diferente en el grupo de Rocha y en el de Maldonado. Los integrantes del primero no tenían referencias sobre los consensos del campo del arte contemporáneo, sobre la crisis del significado y sobre la imposibilidad de una comunicación sin ambigüedades en el terreno de la estética-política. Un punto de quiebre para mi fue cuando me vi defendiendo la consigna de no concentrarnos en la transmisión de significados, más que planteando el problema de la relación entre lenguaje y pensamiento del cuerpo. Intenté entonces repensar este tema junto a ellos.
 
Las experiencias educativas tienen la característica de que al encontrarnos con otros y tener que traducir para comunicar ciertos contenidos, nos vemos exigidos a repensarlos. El transmitirlo a nuevas generaciones hace que sea una responsabilidad pensar de qué modos reproducimos o no el campo, sus herramientas, sus políticas y estéticas. En este sentido el realizar este proyecto me hizo retomar preguntas como:
 
¿Porqué renunciamos a transmitir mensajes en nuestras obras de danza contemporánea?
¿Qué potencialidad tiene el cuerpo para pensar? ¿Es esta potencia transmisible o únicamente comunicable?
Cuando proponemos una creación colectiva ¿deben ser todos los roles iguales o es posible dividir el trabajo?
¿Qué implica que en una creación colectiva existan roles remunerados y otros voluntarios?
¿Qué implica el cruce entre un profesional y un amateur? ¿Es lo mismo que un estudiante y un docente?
¿Cómo una experiencia educativa puede consistir en una experiencia artística o viceversa? ¿Qué le hace a los roles de docente o director proponer formatos horizontales en la creación?
 
Sin dudas el trabajo “técnico” o las poéticas asociadas a las que nos aproximamos en el trabajo con Leticia – y que generaron entre los adolescentes un gran entusiasmo, dedicación y concentración - encaminaron el proceso a una concepción y discusión integral de la obra que fue posible viabilizar junto al grupo de Maldonado (no así el de Rocha).
 



Respecto a las autocríticas o debilidades del proyecto noté que si bien el cronograma preveía tiempos acotados para el trabajo con cada grupo, adaptando los objetivos a esa característica, éstos tiempos no permitieron procesos profundos de deliberación colectiva sobre algunos aspectos de la creación. Por otra parte, fue interesante cómo funcionó la consigna de adaptar la metodología y objetivos a las características y recursos disponibles en cada uno de los contextos y grupos de trabajo, creando de este modo, dos obras que si bien tenían práctica y principios en común, terminaron siendo sustancialmente diferentes y singulares.
Para finalizar comparto dos fragmentos escritos luego de las funciones de ambos Episodios III y que reflejan la singularidad de ambas experiencias:

Como casi siempre pasa en las obras de danza (al menos en las que he participado o creado) se termina de entender lo que es la obra cuando se presenta ante un público y algo de eso sucedió ayer. En lo personal yo estaba más nerviosa que en cualquier obra anterior que hubiera bailado. Quizás incidió que era la primera obra que dirigía sin estar adentro pero también tuvo que ver con la emoción que me produjo ver el involucramiento y entrega total del grupo a lo que estabamos haciendo y el amor puesto en ello. La cosa es que temblaba y tosía (hasta activé una luz erróneamente por lo nerviosa que estaba) mientras los artistas de Episodio III ya estaban en escena y disfrutando de hacer ante otros lo que varias veces habíamos ensayado juntxs.
 
 La magia de la improvisación: entrenamos y practicamos nuestra habilidad para habitar una realidad que es diferente cada vez. Cada vez!
 
La obra duró unos 45 minutos, fue musicalizada por una canción que nos encantó de Carmen Sandiego, y fue aplaudida por unos 40 o 50 espectadores con quienes después tuvimos una charla sobre lo que habían visto.
Nos preguntaron de qué se trataba, cómo la habíamos hecho y de qué se trata la danza contemporánea, sobre el uso de la palabra en escena, sobre la historia que contaba. Yo respondí algunas preguntas pero lo mejor fue escuchar al grupo hablar de la obra creada juntxs. Hablaron de que nuestra decisión había sido no por mostrar ejemplos de bullying o abuso “ya que es lo que vemos todos los días” sino explorar y mostrar otras formas de relacionarnos, otros modos de estar juntos, de cooperar, de “componer escenas individuales sin nunca perder de vista que estamos siempre con otros”, “ser otrxs”, de identificarnos y diferenciarnos, de sanar juntas. El equipo técnico también tomó la palabra.
 
Si bien durante el tiempo de trabajo tuvimos discusiones y diferentes puntos de vista, ayer fue claro que logramos convivir con esas diferencias y desde ellas hacer algo colectivamente.
Ahora pensamos en la posibilidad de continuar investigando. Algunos estudiantes que vinieron a la obra se acercaron entusiasmados con lo que habíamos hecho y mostrando interés en participar de algo así. (Rocha)

Episodio III es una obra donde intentamos hacer lo imposible. una obra sobre el error como acontecimiento. una obra sobre danza contemporánea y deshacer el entendimiento. una obra sobre hacer sin identificar. una obra en que la música nos baila. una obra sobre telepatía. una obra adolescente para todo público. (Maldonado)


Links al proyecto en proceso:

Episodio III Maldonado

Episodio III Rocha

Proyecto Episodios
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Leticia Skrycky
Enredanza











2Ver diario del proceso en la página de Episodio III Maldonado: https://www.facebook.com/episodiotreserrorcolectivo/?ref=ts&fref=ts.